¡PAÍS DE LOCOS!
Tenemos un País que es una monada
(alguien diría, un país bananero). Ahora, a principios del siglo XXI,
exactamente en el año 2014, estamos legislando sobre temas medievales. La Edad
Media en nuestro cómputo histórico termina en el año 1492. Un año glorioso: A)
Conquista de Granada. B) Descubrimiento de América. C) Gramática de la lengua castellana y C) Expulsión de los judíos. Ahora, en este país en que los delitos fiscales prescriben a los 5 (cinco)
años, estamos legislando sobre temas del año 1492 (a 522 años vista). No acaba aquí la cosa.
Luego vendrán los moriscos. Pero, amigos, tampoco con esto están contentos
algunos y llegará el día que habrá que hacer una ley (bien clara y bien patente,
sin asomó de duda) que diga que Cristóbal Colón era catalán. Mientras tanto, la lengua castellana, de
hecho, no es vigente en Cataluña y los judíos se “incorporarán” con todos los
derechos a Navarra, reino que no perteneció a España hasta 1512 y por tanto no
se expulsó a los judíos, al menos ese año, sino que fue en 1498 bajo el reinado
de Juan III de Albret (para ser escrupulosamente históricos, que sea el
parlamento navarro quien los incorpore a la ciudadanía navarra). Granada habrá
que devolverla a los moros y, ¡ojo!, la mezquita de Córdoba está, día sí y día
también, con problemas en este sentido. Por otro costado los de Esquerra
Republicana de Cataluña (ERC) que no
quieren ser españoles y cuyo líder lloraba desconsoladamente pidiendo la
independencia, no querían (tampoco) que los sefardíes fueran españoles. Bueno, ahí
encontramos un punto de coherencia aunque, al menos, estos de ERC deberían
dejar votar a los sefardíes si quieren o no pertenecer y tener la nacionalidad
española. Porque, a ver, ¿los sefardíes catalanes han votado el 9N por la independencia de Cataluña ? Y si han votado afirmativamente, en pura lógica, no querrán ser españoles... (¿?) Los moriscos, que tanto combatieron a los españoles tras la pérdida
de Granada y fueron quintacolumnistas de los piratas otomanos del mediterráneo que asolaron nuestras costas hasta mediados del siglo XIX,
razón por la cual se les expulsó, pronto serán ciudadanos españoles. Vamos, me
veo en nada que han concedido la ciudadanía española y los más grandes honores a los
terroristas del 11-M. Acaso alguien cree que puede reescribierse la historia y ser capaz de anular el decreto de expulsión de los judíos. ¡País de locos!
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