ÚLTIMA RIADA
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De pequeños bajábamos al río de nuestro
pueblo cada vez que había riada y (una vez pasada) hacíamos una señal con un “clarión”
en el muro del puente señalando la altura de las aguas. Estos días, recordando
nuestra infancia, hemos bajado hasta el Ebro a ver su séptima (dicen) riada de
este año pluviométrico. El río no se ha salido de su cauce y la masa imponente
de agua avanza a mucha velocidad hacia el mar. Viendo los patos nadar en las
orillas, tan tranquilos, parece que dan sensación de normalidad. Algunos padres
llevan a sus hijos hasta las orillas de la playa de Macanaz en paseo lúdico-pedagógico. Pero, la mayoría de la gente ya no hace mucho caso de la crecida pues
estamos colmados de noticias y antes de bajar al Ebro, todos los medios de comunicación, nos han saturado con las lluvias caídas en la cuenca del río Erga. Dice el dicho popular: Erga,
Arga y Aragón, hacen al Ebro varón. Todo ello, es verdad, con permiso del
Cinca.
Las aguas a su paso por el puente de Santiago.
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El puente de Piedra y la basílica del Pilar.
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El Pilar desde Macanaz.
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Desde las playas de Macanaz.
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Puente de Piedra y torre de la Seo.
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Arco del puente de Piedra que dinamitaron los franceses en su retirada.
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