ES DE JUSTICIA
*
*
Lo que pide la Plataforma del Ferrocarril
Turolense es de justicia. Ahora bien, si para mantener el AVE hay que quitar el
pan en “la mesa del pobre”, eso no es soportable. Seguramente, yo soy
partidario de ello, en España hay que “ajustarse el cinturón” y eliminar gastos
superfluos o duplicados. Seguramente nuestra economía no de para más, por ello,
una política sensata es racionalizar el gasto y adecuar nuestras infraestructuras
a nuestras solvencia. Todo el mundo sigue pidiendo AVE y el Gobierno
concediendo el exceso. Para los trenes regionales el olvido, la falta de
inversión, ni siquiera el mantenimiento… Desincentivado su uso se toma el
argumento al revés: como no se usa, pues, se cierra. No es la primera vez que
vemos esto y no es, tampoco, la primera vez que salimos de manifestación en
defensa del ferrocarril. La Plataforma se creó como órgano permanente porque se
sabe de lo cíclicos que suelen ser estos fenómenos de recortes al pobre. La
imagen que mostramos pretende ser gráfica. Un trenecillo pretende atravesar la
puerta del Carmen en Zaragoza. Sin embargo, los grandes puentes atraviesan el
Ebro y llevan el AVE a Cataluña. Una nación o una región no valen nada si su
territorio no está bien estructurado, si no está adecuadamente poblado y sus
recursos racionalmente explotados. Las grandes ciudades necesitan en su entorno
grandes áreas rurales que les abastezcan de energía y de alimento. La ciudad
tiene la técnica pero la sangre que le da vida está en el territorio. Centrales
de producción energética: térmica, hidráulica, solar o eólica, abastecen desde
Aragón a Madrid, Barcelona o Zaragoza. Cereal, carnes, quesos, frutas y hortalizas
llegan puntualmente a las ciudades. Por ello, desde el campo, se reclama la
debida correspondencia. Es una cuestión de justicia distributiva. Reclamar unas
comunicaciones decentes no es mucho pedir. Si el Gobierno de la nación se
equivoca en el reparto del sacrificio perderá las próximas elecciones. La
derecha tiene el principal yacimiento de votos en el mundo rural y no puede
dejar ese mundo de espaldas: sería para ellos un suicidio.
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*