*
NOCHE DE TODOS LOS SANTOS
(Durante un tiempo apareció por la zona de Los Arcos y, ahora, se le ha vuelto a ver de nuevo.)
(Durante un tiempo apareció por la zona de Los Arcos y, ahora, se le ha vuelto a ver de nuevo.)
*
La poquísima gente que lo vio quedó horrorizada. En la única imagen que se tiene de él, se observa, como la persona que habita la casa llega a verlo por un instante. Consecuencia de este horrendo encuentro queda cadavérica ante la visión del ánima de este ser, increíble e inmortal, que esta noche toma forma corporal envuelto en sedas y tules. A su paso todo es soledad y muerte. Su ámbito de actuación se circunscribe a Los Arcos, El Puente de la Reina y la calle Los Baches. Danza como un apeonza haciendo este recorrido circular un sin número de veces hasta que con el alba se diluye por Dolores Romero, desapareciendo en dirección al cementerio. ¿De quién será esta alma en pena? Hay quien se atreve a decir que al trasladar el cementerio del alto de la rocha del Peirón a la ubicación actual sus huesos quedaron desparramados por el camino. Desde ese día nadie va a visitarlo y su alma, errática, ronda entre el Puente la Reina y Los Arcos. Antes, se avisaba de su salida la noche de Todos los Santos con un toque de campana en San Miguel, sin embargo, ahora nadie lo anuncia. Este SER continúa ajeno a los cambios de las eras y de la memoria porque, el tiempo, ya no tiene significado para él y, la memoria de los vivos, es flaca. Esta historia me la habían contado innumerables veces, sin que yo la hubiese creído nunca. Este año me aposté tras el portal de la Traición hasta que pude sacar la imagen que os presento. Hay otras muchas imágenes pero en ninguna como en ésta puede percibirse, una pierna y el giro de los brazos entorno a un rebullo de ropa, en el que parece una cabeza. No quise mirarla a la cara para no quedar cadavérico. Las manos me temblaban sin poder controlarlas y un sudor frío me recorría el cuerpo al hacer la foto. No pude lograr ninguna otra imagen mejor, el terror me atenazaba.