¿Ya éramos los hispanos una nación con los visigodos?
No, rotundamente, sin embargo éramos lo más
parecido a lo que en doctrina moderna se entiende por nación. Para aquellos
tiempos, Hispania, era una teocracia al igual que lo eran y aún lo son los
territorios bajo la religión musulmana (unos u otros en mayor o menor medida).
Analizando el momento en que se produce el III Concilio de Toledo, año 589
(siglo VI) de nuestra era, y confrontando con lo que dicen las dos escuelas que
teorizan sobre el estatus de nación moderna, pueden aventurarse algunas
conclusiones provechosas.
Lo que sucedió en el III Concilio
de Toledo:
“El Tercer Concilio de Toledo
comenzó el 8 de mayo del 589, en la ciudad hispánica de Toledo, y en el cual
quedó sellada la unidad espiritual y territorial del Reino Visigodo de España,
que dejó oficialmente de ser arriano y se convirtieron al Catolicismo que era
la religión que profesaban los hispanoromanos. El rey Recaredo hizo profesión
de fe católica y anatematizó a Arrio y sus doctrinas; se atribuyó la conversión
del pueblo godo y suevo al catolicismo. Varios obispos arrianos abjuraron de su
herejía. Las resoluciones del Sínodo arriano de Toledo del 580 fueron
condenadas.” ( https://es.wikipedia.org/wiki/III_Concilio_de_Toledo).
Dice la “escuela francesa” que
para que haya una nación, para constituir una nación es suficiente con la libre
voluntad de todos los ciudadanos. Entiéndase por “todos” a una mayoría de ciudadanos
lo suficientemente cualificada -aquí estalla el problema catalán: (48 % a
favor) – (52 % en contra) no vale-. Es pues, una Nación, la expresión de la
libre voluntad de un pueblo.
Por el contrario la “escuela
alemana” señala que una Nación se constituye sobre la base cultural e histórica.
La Nación es un crisol en que se funden las culturas las gentes y las historias
en común. Para entenderlo bien, sólo cabe observar la trayectoria catalana y la
“fabricación” de sus peculiaridades diferenciadas de cara a presentarse como un
“ente” diferente de España (ni siquiera la tradición de los toros la tenemos en
común y, si la tenemos, la suprimimos, todos los toros menos los Bous al Carrer, claro).
El III Concilio de Toledo, incluye
dentro de Hispania a todos sus habitantes, particularmente los hispanoromanos.
Es pues, un Concilio inclusivo y concluyente, y se desestima el arrianismo. No
sólo las personas sino que, también la cultura, ligada a la religión, forman ya
parte de esta nueva realidad. Pero, estamos hablando del siglo VI y todavía nos
queda un buen trecho por andar. Vendrá luego la invasión musulmana y creará
siglos de incertidumbre y de luchas. El mismísimo Cid Campeador luchará contra
los cristianos y contra los musulmanes...
¿Pero, desde cuando somos una
nación?
Somos una nación desde el momento
en que el pueblo libre y democráticamente lo decide así, con mayor o menor pureza
democrática, ya que salimos de un régimen de monarquía absoluta. La nación
Española nace en 1812 con la famosa constitución de Cádiz. Desde 1812 hasta
1833 en que muere Fernando VII (el rey felón) se producen altibajos y será
durante el trienio liberal 1820-1823 (tan poco estudiado) cuando los avances
sean ya determinantes. Se tardará unos años en crear el ejercito popular
español (de levas) una bandera… Pero a partir de entonces 1812 todas las
constituciones (dentro de lo inestable que fue el siglo XIX) se han votado por
todos los españoles. Téngase en cuenta un dato al efecto; hasta 1931, año en que se
proclama la II República Española no podían votar las personas con faldas: curas,
monjas y mujeres en general. Así que, no intentemos buscar una pureza absoluta
desde el primer momento pues, en la historia, hay que mirar el sentido
evolutivo de los cambios sociales.
El pueblo español (la Nación
Española) es “responsable” de todos aquellos actos que han tenido lugar desde
que el pueblo estuvo representado en las instituciones del poder. Ni el pueblo
español ni la Nación Española es responsable de la expulsión de los judíos, ni
de la de los moriscos, ni de la Reconquista, ni de la conquista de Granada ni
tan siquiera del descubrimiento de América. El pueblo español (la nación
Española) no es tampoco responsable de la esclavitud en América. Por lo tanto
no cabe pedir perdón de algo de lo que no eres responsable. Pero, la nación
Española sin embargo, si debe asumir un pasado común y tratar de corregir
aquellos errores que sus antepasados pudieran cometer. Se ha hecho con los judíos,
con un planteamiento amistoso y sin visceralidad.
¿Deberían los países islámicos
pedir perdón por la invasión del reino visigodo de España?
A ningún español se
le ocurre tamaño disparate. Sin embargo, ¡oh paradoja!, hay españoles que sí
piden lo contrario: ¡Que la Nación Española pida perdón de lo que sucedió en
1492!... cuando, todavía, España no era una Nación, ni el pueblo español soberano.
¿Qué personas y que partidos se
miran en el espejo islámico? Si se analiza con un poco de detalle el asunto, da
terror. De entrada todas las mujeres españolas estarían subyugadas en un régimen
de esclavitud. Los derechos y libertades
que con tanto dolor y sangre han sido conquistados quedarían sometidos al
capricho del “lider”. Una nueva teocracia de corte marxista caería sobre
nuestras cabezas. Y, una era de incertidumbre y crisis económica nos abatiría. Prohibida
la banca privada, de nuevo la autarquía
y la inflación nos abatirían.
En verdad que hemos sido malos educadores,
tan malos, como para crear una élite intelectual que nos plantee como doctrina
tales barbaridades. Nuestro futuro no está en plantear estos debates medievales
como de palpitante actualidad. Tampoco queremos ilustrar a nadie sobre la pobreza
intelectual y la falta de formación de aquellos que pretenden conducir a
nuestra nación…. ¿quizás a la ruina?
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P.D: Con estas declarciones, PODEMOS, da por sentada la unidad de España, al menos, desde 1492. ¿Cómo pretende ahora disolver tal atadura? ¿Y, cómo se explica el hecho de que, España, después de tantos siglos de "arrasar con las culturas autóctonas", todavía estén tan vivas y florecientes?
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