DON SANTIAGO MARTÍNEZ-FORNÉS
HERNÁNDEZ
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De Pozondón, desciende,
por vía materna, el doctor Santiago Martínez-Fornés Hernández, endocrinólogo;
autor de libros de divulgación como La obesidad.
Fue discípulo y
colaborador del Dr. Gregorio Marañón. y RELATA EN EL ARTÍCULO QUE ABAJO TRANSCRIBIMOS CÓMO FUE EL TRASPASO DE PODERES DE LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII A LA II REPÚBLICA.
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Colaborador habitual
del DDT con sus famosas: FORNERÍAS
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F O R N E R I A S
El AVARO es un
desdichado que vive todas las preocupaciones del rico y malvive las carencias
del pobre.
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Perdona y olvida. El olvido sin perdón permanece en el
inconsciente incordiando el resto de tu vida.
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Los PIJOS han establecido un código de conducta donde todo
lo que no es PIJO resulta hortera.
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Me confesaba una Dama llena de glamour: “Yo sigo siendo fiel
a mi marido. Sabía ya cuando nos casamos que a él le gustan más los hombres que
a mí.”
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El pulso de las Ciudades se toma con las plantas de los
pies, caminando día y noche sus calles y sus plazas. ***
Los CORRUPTOS enriquecidos que ingresan en Prisión lo pasan
menos mal de lo que piensa el ingenuo lector.
Al día siguiente empiezan a saludarle “colegas” menos
afortunados que él para ofrecerle “protección” y sustituirle en las faenas más
ingratas de la cárcel.
Le testimonian cuánto admiran su “listeza” y alguno llega a
llamarle MAESTRO.
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Ningún caballo cubre a la yegua o a la burra con tanta
desgana e indiferencia como el semental, que precisa la ayuda del mamporrero,
precursor campesino de la viagra.
***
La CASA DEL MAÑANA no es la CASA DEL FUTURO sino el hogar
donde todo se deja para el día siguiente.
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Olías siempre a pan recién salido del horno. Y tus ojos me
invitaban a saborearlo.
Nunca gusté tu pan. Quizá por timidez o porque resonaba ya
en mis oídos el Poema que me iba a dedicar un lustro después JESÚS LOPEZ
PACHECO, en los años de hambre de la posguerra:
“PAN... QUE
SUENA A DISPARO EN LA BOCA DEL
POBRE.”
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SEPTIEMBRE 2013
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CONFERENCIA
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la Comunidad de Madrid. Acto de
reconocimiento a los médicos que cumplen 50 años de colegiación. Conferencia a
cargo del Profesor Dr. Santiago Martínez-Fornés "Mi convivencia con D.
Gregorio Marañón”.
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Santiago Martínez-Fornés
“Mi convivencia con D. Gregorio Marañón”
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Publicado el 27 de
junio de 2015
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Tras las palabras del
Presidente del Casino, Mariano Turiel de
Castro y de Concepción García
Polledo, el Académicode las Reales
Academias de Medicina de Zaragoza,
del Principado de Asturias-León y de
las Islas Baleares, Santiago Martínez-Fornés,
discípulo y directo colaborador de Marañón. El ilustre
conferenciante —que habló de pie con ayuda de un atril
en el patio de butacas— reveló varios
acontecimientos de la Historia reciente de España en los que
la participación de Marañón y Hernando fue
decisiva y así lo contó: “Llega el 12 de Abril de 1931 y
estalla —literalmente— la República. Para
evitar una guerra civil, Alfonso XIII decidió
exiliarse tras consultar con los Capitanes Generales. La única
condición impuesta por el Rey fue que “la entrega
de poderes tuviera lugar en casa de Don Gregorio
Marañón y en presencia del Doctor”. Cuanto
ocurrió allí ha sido un secreto que me confiaron Don
Gregorio y Don Teófilo, con el ruego de guardarlo
mientras ellos vivieran. Allí se citaron Don
Niceto Alcalá Zamora -en representación del
nuevo orden-, el Conde de Romanones—en nombre del Rey— y
Don Gregorio Marañón, como
moderador, respetado y querido por todos. Alcalá Zamora
insistía una y otra vez en “la marcha del Rey, antes
del amanecer y saliendo por alguna de las
puertas de servicio de Palacio”.
Como el Conde de Romanones le recriminase su actitud, impropia de quien había sido Ministro de la Corona, aclaró Don Niceto: “Nadie queremos especialmente Marañón y yo— que la República se proclame con la cabeza del Rey en una pica.” “Contamos con la lealtad de Sanjurjo”, puntualizó Romanones. Corría entre los “enterados” la visita de Sanjurjo —Director General de la Guardia Civil— al Rey: “Majestad, puede contar con mi lealtad inquebrantable... pero yo no cuento con la lealtad de la Guardia Civil.” Don Niceto guardó otro silencio interminable para confesar: “Me había prometido guardar el secreto exigido por el General Sanjurjo, quien me acaba de visitar para ofrecernos a Marañón y a mi su apoyo incondicional a la República... y el de la Guardia Civil”. Por intervención de Marañón se acordó “apresurar la marcha del Rey, de noche y lo más discretamente posible”. Se nombró —¿se nombraron?— aprisa y corriendo un Comité Revolucionario constituido por Don Niceto Alcalá Zamora, Don Julián Besteiro y el Profesor Sánchez Román. Su primera gestión fue visitar a Don Gregorio Marañón para ofrecerle la Presidencia provisional de la República hasta que las Cortes Constituyentes nombrasen al primer Presidente de la República. Don Gregorio —"en la situación más difícil de mi vida” declinó elegantemente la oferta. “No soy yo el hombre decisivo que necesita España en estos momentos.” Visitaron entonces a Don Teófilo Hernando, con tan honroso ofrecimiento, sin ocultarle su oferta anterior a Marañón. “Un hombre lleno de dudas —como yo— no es el hombre adecuado.” Dirigiéndose directamente a Don Julián Besteiro —una de las tres personalidades políticas españolas más fascinantes del siglo pasado- sugirió Don Teófilo Hernando: “Cualquiera de ustedes tres —querido Don Julián Besteiro—, sería un gran Presidente ... “Aprovechando el desconcierto y la timidez de Besteiro, Alcalá Zamora se puso en pie: “Tiene razón, Don Teófilo. Cualquiera de nosotros tres sería un buen Presidente... Yo mismo. ¿No le parece, Don Teófilo?” Ante la confusión de Hernando se dirigió al no menos confuso Besteiro. Ninguno de los tres se atrevió a comunicarle sus reparos. “A usted, Prof. Sánchez, no necesito ya pedirle su voto. Don Teófilo, Don Julián y yo somos mayoría absoluta y hemos decidido que el nuevo Presidente provisional de la República sea yo”, dijo Alcalá Zamora.
Como el Conde de Romanones le recriminase su actitud, impropia de quien había sido Ministro de la Corona, aclaró Don Niceto: “Nadie queremos especialmente Marañón y yo— que la República se proclame con la cabeza del Rey en una pica.” “Contamos con la lealtad de Sanjurjo”, puntualizó Romanones. Corría entre los “enterados” la visita de Sanjurjo —Director General de la Guardia Civil— al Rey: “Majestad, puede contar con mi lealtad inquebrantable... pero yo no cuento con la lealtad de la Guardia Civil.” Don Niceto guardó otro silencio interminable para confesar: “Me había prometido guardar el secreto exigido por el General Sanjurjo, quien me acaba de visitar para ofrecernos a Marañón y a mi su apoyo incondicional a la República... y el de la Guardia Civil”. Por intervención de Marañón se acordó “apresurar la marcha del Rey, de noche y lo más discretamente posible”. Se nombró —¿se nombraron?— aprisa y corriendo un Comité Revolucionario constituido por Don Niceto Alcalá Zamora, Don Julián Besteiro y el Profesor Sánchez Román. Su primera gestión fue visitar a Don Gregorio Marañón para ofrecerle la Presidencia provisional de la República hasta que las Cortes Constituyentes nombrasen al primer Presidente de la República. Don Gregorio —"en la situación más difícil de mi vida” declinó elegantemente la oferta. “No soy yo el hombre decisivo que necesita España en estos momentos.” Visitaron entonces a Don Teófilo Hernando, con tan honroso ofrecimiento, sin ocultarle su oferta anterior a Marañón. “Un hombre lleno de dudas —como yo— no es el hombre adecuado.” Dirigiéndose directamente a Don Julián Besteiro —una de las tres personalidades políticas españolas más fascinantes del siglo pasado- sugirió Don Teófilo Hernando: “Cualquiera de ustedes tres —querido Don Julián Besteiro—, sería un gran Presidente ... “Aprovechando el desconcierto y la timidez de Besteiro, Alcalá Zamora se puso en pie: “Tiene razón, Don Teófilo. Cualquiera de nosotros tres sería un buen Presidente... Yo mismo. ¿No le parece, Don Teófilo?” Ante la confusión de Hernando se dirigió al no menos confuso Besteiro. Ninguno de los tres se atrevió a comunicarle sus reparos. “A usted, Prof. Sánchez, no necesito ya pedirle su voto. Don Teófilo, Don Julián y yo somos mayoría absoluta y hemos decidido que el nuevo Presidente provisional de la República sea yo”, dijo Alcalá Zamora.
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