SANTOS DESTACADOS DEL MES DE ENERO
Día 15.- San Pablo ermitaño y San Mauro
Día 17.- San Antón.
Día 20.- San Fabián y San Sebastián
Día 22.- San Vicente Martir.
Día 23.- SANTA EMERENCIANA, PATRONA DE TERUEL.
Día 29.- San Valero.
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LA SEMANA DE LOS SANTOS BARBUDOS
Día 15.- San Pablo ermitaño y San Mauro
Día 17.- San Antón.
Día 20.- San Fabián y San Sebastián
Día 22.- San Vicente Martir.
Día 23.- SANTA EMERENCIANA, PATRONA DE TERUEL.
Día 29.- San Valero.
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LA SEMANA DE LOS SANTOS BARBUDOS
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La semana de los Santos barbudos, fríos y vientos.
"La expresión «los santos barbudos» se refiere sin duda
a San Pablo, primer ermitaño, a San Mauro y a San Antón, cuyas festividades se
celebran el 15 de enero, los dos primeros; y el 17 de enero, el tercero".
Con enero "se asienta" el frío (menos este año). Se celebran fiestas de fuego (San Antón, San Sebastián, la Encamisada…). Se inicia el ciclo de la vida, pues los días van creciendo. Apenas hay trabajo en el campo y, antiguamente, se alargaba la noche con las veladas y los bureos en torno al fuego. Desde los Celtas (aquí Celtas de la Ibérica o Celtíberos) el dios Bel ha sido el encargado de mantener el fuego vivo durante todo el invierno. Las largas noches son propicias para la ensoñación y la fantasía en forma de cuentos o relatos, a menudo tétricos. También los refranes, en enero, son abundantes ya que en pleno invierno toda la naturaleza está parada. Por ejemplo, las gallinas dejaban de poner al entrar el invierno y comenzaban la puesta para mediados de enero. Dice el refrán: “Para San Antón, gallinica pon”. Otro refrán dice: “Pollo de enero, pluma a dinero” se refiere a lo costoso que es criar animales de engorde en tales fechas. Pero hay muchos más refranes y casi siempre con referencia a los Santos pues, estos, marcaban con su onomástica determinados hitos. El día 22 de enero, es San Vicente, y ya parece que mejora el tiempo, bueno pues, para la mejoría y para su empeoramiento hay refrán: “Pa San Bizén, rompe o chelo con a fren”. Sin embargo, puede empeorar después: “San Bizén lo barbato rompe lo chelato, pero en pone otro más arrefinato.” Va creciendo el día y para el 17 de enero, San Antón, ya ha crecido el día casi una hora con lo que el caminante puede prologar su marcha: “Ta San Antón de chinero camina una ora más lo trachinero.” Pero el refrán que es definitivo y deja sentada la situación de la casa tradicional porque mide la despensa, tanto de los animales como de las personas, es el que señala: “Pa San Antón de chenero, a mitá palla, a mitá granero y o puerco entero.” Enero es principio y fin de año por eso dice el refrán: "De enero a enero el dinero pal banquero."
Con enero "se asienta" el frío (menos este año). Se celebran fiestas de fuego (San Antón, San Sebastián, la Encamisada…). Se inicia el ciclo de la vida, pues los días van creciendo. Apenas hay trabajo en el campo y, antiguamente, se alargaba la noche con las veladas y los bureos en torno al fuego. Desde los Celtas (aquí Celtas de la Ibérica o Celtíberos) el dios Bel ha sido el encargado de mantener el fuego vivo durante todo el invierno. Las largas noches son propicias para la ensoñación y la fantasía en forma de cuentos o relatos, a menudo tétricos. También los refranes, en enero, son abundantes ya que en pleno invierno toda la naturaleza está parada. Por ejemplo, las gallinas dejaban de poner al entrar el invierno y comenzaban la puesta para mediados de enero. Dice el refrán: “Para San Antón, gallinica pon”. Otro refrán dice: “Pollo de enero, pluma a dinero” se refiere a lo costoso que es criar animales de engorde en tales fechas. Pero hay muchos más refranes y casi siempre con referencia a los Santos pues, estos, marcaban con su onomástica determinados hitos. El día 22 de enero, es San Vicente, y ya parece que mejora el tiempo, bueno pues, para la mejoría y para su empeoramiento hay refrán: “Pa San Bizén, rompe o chelo con a fren”. Sin embargo, puede empeorar después: “San Bizén lo barbato rompe lo chelato, pero en pone otro más arrefinato.” Va creciendo el día y para el 17 de enero, San Antón, ya ha crecido el día casi una hora con lo que el caminante puede prologar su marcha: “Ta San Antón de chinero camina una ora más lo trachinero.” Pero el refrán que es definitivo y deja sentada la situación de la casa tradicional porque mide la despensa, tanto de los animales como de las personas, es el que señala: “Pa San Antón de chenero, a mitá palla, a mitá granero y o puerco entero.” Enero es principio y fin de año por eso dice el refrán: "De enero a enero el dinero pal banquero."
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REFRANES PARA UN MES DE ENERO CALUROSO
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Si en enero hace verano, no habrá paja ni grano.
Enero veranero, ni para el pajar, ni para el granero.
Enero caliente, el diablo trae en el vientre.
Si por enero hay flores, en mayo habrá dolores.
La flor de enero, no llega al puchero.
Al buen enero, préndele fuego.
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OTROS REFRANES DE ENERO
Quien siembra vientos recoge tempestades.
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Enero, el friolero, entra soplándose los dedos.
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Enero, frío o templado pásalo arropado.
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En enero, bufanda, capa y sombrero.
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Por enero florece el romero.
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El buen enero, frío y seco.
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Las cinco dan ya con el sol, el día de San Antón.
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Cada día que pasa de enero, pide un ajo al ajero.
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Lluvia de enero llenan cuba, tinaja y granero.
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En llegando a San Antón, ni niebla ni dorondón.
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Agua de enero cada gota vale un dinero.
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Cada día que pasa de enero, ajos que pierde el ajero.
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El agua de enero hasta hoz mueve el tempero.
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En enero, de día al sol y de tarde al brasero.
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El sol de enero poco duradero.
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Con nieve en enero, no hay año fulero.
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Elaborado por Estela Estage y Jose Antonio Quiñones
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Pablo el eremita, por Mattia Preti
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SAN PABLO
Pablo de Tebas, Pablo el ermitaño
o Pablo el egipcio fue un eremita egipcio nacido aproximadamente hacia el año
228 en la región de Tebaida, en las riveras del río Nilo y fallecido en el año
342. Es venerado en la Iglesia católica y en la Iglesia copta como santo y es
considerado por la tradición cristiana como el primer ermitaño que existió. Su
memoria litúrgica se celebra el 15 de enero.
SAN MAURO
San Mauro, abad de Glanfevil, llamado después San Mauro del
Loira o de Anjou.
Fue discípulo de San Benito y enviado a Francia, según la
tradición en el año 543 para fundar monasterios. Gobernó muchos años el
convento fundado por él y en 582 se retiró a la clausura de una soledad donde
murió dos años después el 15 de enero en que se celebra su fiesta.
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San Antonio Abad y San Pablo, primer ermitaño, pintados por Velazquez.
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