Una advocación muy abundante en toda la provincia de Teruel, lo cual indica que, periódicamente, se padecían pestes. Aquí ponemos solamente una pequeña muestra del número de ermitas de la provincia. Todavía es costumbre en algunos pueblos el que el santo lo guarde el prior de la cofradía en su casa. Y, por esa razón, se salvaron algunos en la Guerra Civil (36-39).
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Calamocha
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Rubielos de Mora
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Castralvo
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Mora de Rubielos
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Sarrión
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Torres de Albarracín
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Torres de Albarracín
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Bronchales
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Ferreruela de Huerva
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Ferreruela de Huerva
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Aldehuela
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Calamcoha
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