¡CERROS DE TERUEL!
*
¡Cerros de Teruel! Cerros
agrios como el ladrido de los perros
en medio de la noche.
Cerros de yeso gris y polvoriento,
duros como un reproche
y en los que clava su colmillo el
viento.
Cerros cárdenos, secos,
donde grabó la soledad sus ecos
de vacío y ausencia.
Cerros vigías sobre el llano mudo
que sois cruel evidencia
en el desierto de un solar desnudo.
¡Cerros de Teruel! Nido
para la amarga pena o el olvido.
¡Cerros de Teruel! Yerros
que nadie enmienda, que no tienen
nombre.
¡Desesperados cerros
en donde arrastra su abandono el
hombre!
(De Gregorio F. Jiménez Salcedo.
De mis incursiones poéticas por
Aragón.)
****
****
DE MISCELÁNEA A MISCELÁNEA
*
Quien haya leído atentamente la
Miscelánea de Domingo Gascón sabrá o entenderá el porqué de esa revista (cada
número lo pagaba un turolense con posibles). Domingo Gascón pone sobre el papel la
misión que como diputado en Madrid tiene encomendada. Se trata del desarrollo de
la provincia de Teruel. La situación con la que se encuentra el diputado es la
siguiente. La población se ha empobrecido totalmente como consecuencia del
sistema caciquil y las condiciones agroclimáticas de la provincia (hundimiento de la ganadería). La pequeña burguesía
de Teruel y la pequeña banca local es incapaz de desarrollar los recursos
naturales que posee la provincia. En esencia, Domingo Gascón tiene que poner a la provincia en venta para que
sea capital foráneo quien explote sus recursos. Y, así sucede. Se venden en las
oficinas de su casa de Madrid los principales cotos mineros de la provincia y
se urge al Estado (¡ya tocaba!, Teruel es la última capital de España en conectarse al ferrocarril) a que haga los ferrocarriles precisos para sacar esas riquezas
de la provincia. Los tres minerales más importantes de la provincia eran:
AZUFRE, CARBÓN Y HIERRO. Hay, además,
otra partida de minerales de menos importancia, en cuanto a la mano de obra necesaria y su impacto sobre la población. Así
pues, ferrocarriles y minería son fuente de mano de obra muy importante en estos
momentos. Por otra parte está el sistema agropecuario sobre el que no entra
porque ya está definido su futuro. La lana se hunde y empieza a tomar protagonismo
la agricultura. Una agricultura con serias limitaciones al estar sobre los mil
metros de altitud y con cosechas de secano inciertas. Ya durante el siglo XIX
se está fraguando el sistema caciquil. Un sistema que concentra la propiedad en
unas pocas manos y expulsa a la población a la emigración. Los caciques, al
impedir la instalación de industrias, con las cuales competiría por la mano de
obra, fuerzan el éxodo de la población en toda la provincia de Teruel.
El momento actual de la provincia recoge
el resultado de aquella actuación, de aquella política. Una situación que
produce frustración entre la parte de la población librepensante.
Veamos el caso de Teruel capital.
Núcleo del movimiento Teruel Existe y fuente de frustración permanente entre
sus filas. Tras la Batalla de Teruel y su reconstrucción el Estado se plantea
que hacer con esta población. No tiene industria (ni la quiere). No tiene
agricultura. No tiene comunicaciones. Carece de recursos naturales. No tiene
turismo (se esboza el proyecto de los Amantes con una lentitud exasperante)…
Hay que recordar que el polígono La Paz es un iniciativa de los pequeños comerciantes
y empresarios de talleres que a través del Ayuntamiento lo crean con la función es dar
servicio de almacén al comercio turolense. Teruel se dibuja, pues, como una
ciudad de funcionarios y como ya se decía desde antiguo: “Teruel, tiendecicas y
burdel”.
Mientras, a nivel provincial se ve que
llegan al fin de su vida los proyectos comenzados con Domingo Gascón. Se
cierran las minas de Libros, se cierra Ojos Negros y, finalmente, se cierran poco
apoco las minas de carbón de la Cuenca Minera Central. Varios tramos del
ferrocarril se cierran y el resto se dejan sin mantenimiento.
Estamos pues, de nuevo, en un punto
final o en un punto de partida, ahora, más incierto que en el año 1898.
Los sectores que pueden hacer tirar a
la provincia son: 1º) cereal (monocultivo de secano) entre los 800 y los 1.200
metros de altitud. Un sector que se mantiene por la PAC y que puede entrar en
crisis en cualquier momento. 2º) el porcino. Para lo cual debe cuidar con mimo
la marca Denominación de Origen y otras especialidades sobre el cerdo. 3º) el
aceite del Bajo Aragón, muy sometido a las fluctuaciones del mercado y
pendiente de establecer las cadenas de comercialización adecuadas. 4º) el
melocotón de Calanda. 5º) La energía eólica y solar en manos foráneas. 6º)
Transportes (aeropuerto y plataforma ferroviaria) y comunicaciones. Establecer
un plan adecuado de comunicaciones es prioritario y razón que argumentan muchos
como causa del atraso histórico. Y, 7º) Turismo y patrimonio. En este capítulo
esta todo o casi todo por hacer.
Pero la provincia de Teruel se
encuentra de nuevo como en la época de Domingo Gascón, careciendo de recursos
propios para llevar a cabo su desarrollo y en ausencia casi total de una burguesía
que lleve adelante los proyectos que necesita para su desarrollo.
Si a todo esto añadimos el parón que
se va a producir en la economía como consecuencia de la pandemia del
Coronavirus. Podemos, de nuevo, hacer acopio de un arma ya utilizada durante
mucho tiempo por los turolenses: LA PACIENCIA. El Estado no acudirá a asistir a esta provincia o lo hará,
tarde y mal.
En esta estamos, buscando soluciones para la provincia,
cuando hemos llegado en nuestro blog a 1.300.000 vistas. Señal, sin duda, de que
a muchos turolenses les preocupa su futuro y de que desearían que sus hijos tuvieran
posibilidades de continuar poblando y trabajando en estas tierras, duras pero
bellas.
*
***
**
*
**
*