Cada sector económico, social o
cultural tiene sus propias crisis o como se dice ahora: “sus propios virus”. El
campo español tiene su problemática repartida según los diferentes sectores de
producción. De tal manera que, la producción de fruta, además de mirar al
mercado (por un precio justo), tiene que mirar a una nueva plaga que se ha
instalado como consecuencia de la suelta de un conejo híbrido que resiste la mixomatosis.
Basta darse una vuelta por el campo para ver las nuevas plantaciones de
frutales o de vides protegidas por “conejeras”. Las batidas de caza de este otoñó-invierno
no ha podido controlar la plaga y de nuevo, otro año, la preocupación de los
agricultores por su cosecha está viva. Ya van unos cuantos años con las “probativas”
por un intento de recuperar la cadena trófica. Es a los Agentes de Protección
de la Naturaleza (comúnmente, forestales) a los que se ha visto con las jaulas
llevar al campo especies extrañas o escasas en la zona: ratones, culebras… y
ahora un conejo híbrido que no gusta para el consumo humano. Mientras, el
agricultor tiene un nuevo coste añadido, cuando no, la cosecha perdida.
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Plantación de cerezos
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