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FORTIFICAR ES RESISTIR. RESISTIR ES
VENCER
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La estrategia diseñada por la II
República con respecto a la operación militar consistente en ocupar el saliente
de Teruel y que luego se conocería como “Batalla
de Teruel”, era muy sencilla, y se resume en la consigna que aparece en este recorte
de prensa del periódico “PASAREMOS”: FORTIFICAR ES RESISTIR. RESISTIR ES
VENCER.
El Gobierno de la II República usando del factor sorpresa ataca
Teruel, una zona desguarnecida (todo el mundo lo sabe a estas alturas). Una vez
ocupado el territorio, básicamente el valle del Alfambra y teniendo en la parte
oriental todo el territorio todavía Republicano el paso siguiente es
fortificarlo. Establecer férreas defensas para impedir que penetre el enemigo y
que se desgate en la lucha.
La estrategia fracasa, de ello es
bien consciente el general Rojo que, tras la desbandada de Cedrillas, inicia
una operación de repliegue ordenado mediante
el cual logra salvar gran parte del ejercito Republicano. Por esta razón,
muchos generales franquistas señalaron que la Batalla de Teruel había quedado
en TABLAS. Franco no logró el desgaste o la victoria deseada y los republicanos
lograron salvar gran parte de sus fuerzas. Todo se decidirá pues, en la Batalla
del Ebro.
Miguel Hernández (por lo leído) no
parece estar al tanto de estrategias militares y se dedica a hacer lo que sabe
y muy bien: escribir y excitar al los solados para la guerra.
En esta crónica escrita para “PASAREMOS”
de la División Lister incide en la necesidad de luchar, de conquistar, de afrontar
riesgos y combatir las penurias del viento, la nieve, el frío… Pero el cronista está muy por encima de las
circunstancias, digamos que, su entusiasmo le hizo pasarse de frenada. La
conquista de Concud o San Blas no fue nada épica, apenar ocupar un territorio y
cortar las comunicaciones con Zaragoza. No creo que esta operación de cerco pase a la historia de la
épica militar.
Tiempo y desgastar al enemigo desde
las TRINCHERAS, esa era la necesidad imperiosa de la II República ya incapaz de
ganar la guerra.
Franco sin embargo, no tenía prisa.
Su vida era la guerra. Hizo toda su carrera militar desde que salió de la
academia de Infantería en África.
Dos actitudes diferentes se observan
tras la Batalla de Teruel.
La de Franco, que sigue impasible con
la lucha. Para él, la Batalla de Teruel, es otro episodio de su palmarés militar.
Sin embargo, el general Rojo escribe al
Gobierno de la II República y le señala el deseo de “dimitir”: “… ME SIENTO
AGOTADO Y, NATURALMENTE, AHORA MÁS QUE NUNCA”
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CRÓNICA DE MIGUEL HERNÁNDEZ EN EL PERIÓDICO “PASAREMOS” DE LA
DIVISIÓN LISTER
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“Firmes en nuestros puestos”
Los decisivos días porque atravesamos forman el yunque donde se
pone a toda prueba la calidad moral y física de los hombres empeñados en vencer
al fascismo.
Las sierras de Teruel, alturas donde se registran las menores
temperaturas de España, los soldados de la 11 División han observado y observan
una conducta de metal inquebrantable. Una semana vistoriosa ha sido para ellos
esta semana que termina. La nieve, el viento, el enemigo, se han clavado con
intensidad en estos días de diciembre y en estas crudas sierras,
dispuestos a devorar las orejas a cuajar
el aliento, a llevarse el calor de estos soldados. La nieve, el frío, el viento,
el enemigo, han combatido el espíritu de piedra que los arma, pero no han
conseguido ablandar ni han hecho perecer esta piedra roja, furiosa y cálida, a
pesar de los esfuerzos, de la nieve, del frío, del viento, del enemigo, por
dejarla blanca, deshecha.
Los soldados de la 11 División aceptan firmemente, alegremente
los más rudos combates con el fascismo y con los elementos más terribles del
invierno. Y han arrebatado pueblos a los invasores, Concud, San Blas, y han
hecho posible el cerco de Teruel y han rechazado y rechazan las embestidas de
las numerosas fuerzas que luchan para romper el cerco, resistiéndolas y
destrozándolas con enorme voluntad de vencer, de ir siempre hacia adelante, más
cuando mayor es el empeño del enemigo en abrirse paso hasta la ciudad cercada.
La voluntad vencedora de estos soldados ha llegado a un punto
culminante de grandeza en la tarde del día 19. Cantando “La Internacional” y gritando: ¡Somos los de
Lister!, contuvieron a una compañía de legionarios y falangistas, que atacaban
protegidos por un potente fuego de artillería. Las fuerzas contrarias hubieron
de retroceder diezmadas y batidas por el valor de nuestros soldados.
Si los buscáis, los
encontraréis entre las balas y las explosiones: en sus puestos. Si los buscáis,
los encontraréis en medio de la nieve, atacados por ésta, derritiéndola con el
entusiasmo y la alegría, firmes en sus puestos. Si los buscáis, los
encontraréis dentro del invierno, del viento, del frío, encendidos como las
hogueras: firmes en sus puestos. Si los buscáis, los encontraréis conquistando
pueblos al fascismo, arrebatando armas y campos al fascismo, salvando hombres,
mujeres, niños, España, del fascismo: firmes en los puntos que les señala la
voz de su comandante…
MIGUEL HERNÁNDEZ
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