Libro de López Rajadel sobre el linaje de los Marcilla
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CRITERIO DE AUTORIDAD O ARGUMENTO DE
AUTORIDAD
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“Argumento de autoridad. También conocido como magister dixit (en latín,
"el maestro dijo"). Es el argumento que toma como premisa la opinión
de quien es considerado una «autoridad» en el asunto, es decir, de alguien que
es considerado un experto en la materia.” (Filosofía.net)
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Un ejemplo, práctico, de argumento de
autoridad lo tenemos en este episodio que relata don Antonio Floriano referido
al Deán Buj y su “encontronazo” con el obispo de Teruel para la fiesta de Santa
Emerenciana. Hay quien es “autoridad” en una materia por el hecho de tener la
potestad para impartir una doctrina, en este caso, el Obispo. Por otro, lado
tiene “autoridad” más allá de los títulos y honores, aquellas personas que notoriamente sobresalen en el estudio de una materia y tienen reconocida esa superioridad por
el resto de “colegas”, también, expertos o bien por el público en general.
En el tema de los Amantes de Teruel,
conviene seguir a aquellas personas que tienen reconocido el “argumento” de
autoridad sobre dicha materia. Por esa razón, porque son reconocidos como expertos
rigurosos en el tema, traemos aquí a algunos libros escritos por ellos y que,
tras estos días de fiesta pueden servir para que algún lector profundice en el
tan manoseado (históricamente) asunto de los Amantes de Teruel. El primer autor
es Conrado Guardiola y las Cartilla Turolense titulada, “La verdad actual de
los Amantes de Teruel” y en segundo lugar, la parte histórica que refiere “López
Rajadel”. Nunca está de más leer el libro de la Colección de Mariano de Pano
sobre el Gran Maestre Juan Fernández de Heredia. Con ello el lector tendrá una
opinión firme y segura de cuanto se dice de los Amantes de Teruel.
Así pues, como señala el Deán Buj con
su expresión: “TU ES MAGISTER”,
cuando habla “la autoridad” en la materia a los demás nos toca acatar.
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EL EJEMPLO
El Deán Antonio Buj
Memorias Turolenses, 1918-1928.
Antonio Floriano Cumbreño
“Triduo en la catedral en honor de
Santa Emerenciana, que, sin que yo sepa por qué, es la patrona de Teruel.
Presencia de las autoridades y gran concurrencia de fieles. En el presbiterio
al lado del Evangelio, el sitial del Obispo bajo dosel.
Primer sermón del triduo a cargo del M.I. señor don Antonio Buj, Deán de
la Santa Iglesia Catedral. Tema del sermón, la parábola del sembrador.
Don Antonio está como siempre, brillante, sencillo y narrativo. Como el
buen sembrador va esparciendo la buena semilla sobre el surco de las almas.
Cómo el enemigo vierte valiéndose de las sombras de la noche, símbolo de la
ignorancia, la mala simiente de la cizaña. La cizaña y el trigo crecen juntos,
sin que el labrador prudente se atreva a arrancar la mala hierba que no se
distingue bien de la buena, hasta tanto que no se diferencien.
El Obispo, que a lo largo del sermón venía experimentando
estremecimientos convulsivos, al llegar a este punto, se puso en pie en su
sitial; engarfió con la mano izquierda el peluche de su reclinatorio y lanzando
la diestra amenazante hacia el púlpito chilló:
- ¡No, señor Deán! Ésa no es la doctrina. La convivencia del bien con el
mal es siempre escandalosa: no podemos asistir como perros mudos al escándalo.
El Deán se echó hacia atrás en el púlpito; y mirando al obispo entre
irónico y compasivo, se limitó a murmurar:
- Tu es magister...
Y pausadamente, sin decir nada más, descendió las escaleras del púlpito.”
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Juan Fernández de Heredia creo el señorío de Mora de Rubielos. La casa de los condes de Fuentes es la séptima entre las ocho grandes casas de la alta nobleza del reino de Aragón. Los Pignatelli pertenecen, también, a este linaje. Se relaciona directamente el "papel de letra antigua" de los Amantes de Teruel, si no con Fernández de Heredia sí, con toda seguridad, con su Escuela Humanista (primer intento de normalizar la lengua aragonesa).
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La revista "Aragonia sacra" recoge uno de los primeros trabajos de López Rajadel sobre los Amantes de Teruel
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El gran maestre Juan Fernández de Heredia en la gran colección que dejó la CAI.
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