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LAS BODAS DE ISABEL, LAS ESQUELAS Y
LOS TWITTER
(Nunca jamás, unos muertos estuvieron tan
vivos)
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Sucede a menudo que, el que sabe, no
escribe; el que escribe, no sabe y, la inmensa mayoría cree encontrar la
respuesta acertada en una frase de diez palabras que inmediatamente retwittea a diestro y siniestro. Se afirma que,
una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Aquí, lo que se
repite (ignoro si es verdad o mentira) es una esquela. E ignoro, también, si
llegarán nuestros descendientes a celebrar el 800 aniversario de la dichosa
ESQUELA. Una esquela se utiliza para anunciar un fallecimiento y aquí, los
fallecidos, están muy vivos y gozan de buena salud. De tal manera que, la
esquela, se puede y de hecho se ha convertido en una posverdad (Distorsión deliberada de una realidad, que
manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en
actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad).
Pero, a mí, que me importa un bledo
la dichosa esquela, lo que realmente me ha interesado siempre es la Leyenda de
los Amantes, su génesis, su trayectoria histórica, las obras de arte que ha producido
y la interinfluencia social en el contexto de la ciudad de Teruel.
Llegamos a la segunda parte del siglo
XX con una Leyenda totalmente desprestigiada (Los Amantes de Teruel / tonta ella tonto él). Usada por el franquismo como método
populista de conectar con el pueblo, se trabajó, con buena intención y se
hicieron, teatros, una película, medallas… Nació dentro del CIT una personal y
especial dedicación al tema y se “disparó” por elevación repartiendo medallas
entres los más preclaro de la élite mundial. A tal efecto, hasta al Emperador
del Japón (¡qué sabría él de los Amantes de Teruel!) se le entregó vía embajador
tan señalado presente.
Pero, quedaban pendientes tres temas
sobre Los Amantes a saber: a) Su historia documentada. B) El análisis filológico
del papel de letra antigua o comúnmente llamado “Protocolo de Yagüe de Salas”
y, en tercer lugar, devolver la Leyenda de los Amantes de Teruel al pueblo, al
pueblo turolense, depositario histórico y mantenedor del mito.
Del primer punto se ha encargado Fernando
López Rajadel. Marchó al Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona y nos
trajo noticias fehacientes de fechas lugares, familias, etc., etc.
Al segundo asunto, que trata del estudio
filológico del “papel de letra antigua” y de la evolución literaria y documental
de los diferentes textos, la realizó con total solvencia don Conrado
Guardiola Alcover en la cartilla titulada: “La verdad actual de los Amantes de
Teruel” (IET). Teruel, nunca estará suficientemente agradecida a este
bajoaragonés conocedor al milímetro de todos los textos de la Escuela Humanista
de Juan Fernández de Heredia. Él nos dio la clave de la leyenda y despejó todas
las dudas. Existieran o no los Amantes de Teruel, estamos ante un texto “aragonesista”
de la Escuela Humanista de Juan Fernández. Guardiola merece que el Ayuntamiento
le dedique una calle. Su papel en la Leyenda es tan relevante o más que el que le
cupo a Yagüe de Salas en su día, (copista notario).
El tercer asunto, que es el que nos
ocupa hoy y por el que se disputa el éxito, es HABER DEVUELTO LA LEYENDA AL
PUEBLO. La “fiesta” es un éxito porque en la actualidad, es el pueblo el que: la eleva y categoriza en positivo o, por el contrario, la sentencia al ostracismo y al olvido.
La idea de una fiesta popular de la
recreación histórica de los Amantes de Teruel, no es fruto de la casualidad o
de una idea brillante que aparece en sueños. En primer lugar, las fiestas
recreacionistas ya tienen una larga trayectoria en muchos lugares de Europa y
de España. En Teruel estaba la materia prima y, un pueblo, que amaba desde
siempre la Leyenda.
En segundo lugar, en la “esquela” no
se reclama la “idea”, más bien se reclama el no haber “compartido” la idea y se
queja amargamente del divorcio, es decir, de “algo que una vez estuvo unido”.
Si alguna vez ha de saberse la verdad
de este tema MENOR, tema domestico… ¡YA TARDAN!
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