LA MIGAJA
(El palmo de longaniza del Procurador General)
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Corría el año del Señor de 1217 y era
Juez de Teruel Domingo Celadas. El Procurador General y los sesmeros de la
Sesma del Campo de Sarrión, del Campo de Monteagudo, del Campo de Visiedo, del
Río Cella y del Río Martín habían acordado tener ese año, Plega General en la
villa de Teruel. Así pues, tras deliberar sobre los diferentes asuntos
concernientes al gobierno de las aldeas de la Comunidad de Teruel, el
Procurador General, mandó callar. La noticia que os traigo, les dijo, es de
júbilo. Van a contraer matrimonio en la villa de Teruel don Pedro de Azagra,
Señor de Albarracín, con la bella Isabel, hija de Pedro Segura. Por expreso
deseo del novio, todos los sesmeros y sus familias están convidados al banquete
nupcial y añadió, como ya es costumbre en esta Comunidad de Aldeas en
acontecimientos de especial relevancia, a todos los pobres de la Comunidad se
les dará la MIGAJA.
Corrió la noticia como la pólvora por
todas las aldeas de la Comunidad y hasta la villa legaron una muchedumbre de
pobres y enfermos a recoger la MIGAJA, tal como había prometido el Procurador
General de la Comunidad de Aldeas de Teruel. Para esta ocasión el Procurador
señaló que, la MIGAJA, se compondría de: un pan de pintera blanco, una jarra de
vino caliente y un palmo de longaniza.
Siquiera fuera por esta vez, en este
año de 1217, quedó grabado este día de nupcias en la memoria de la gran
muchedumbre de mendigos harapientos que hasta aquí acudieron a saciar un hambre,
más que antigua.
Por fin, reunidos todos los pobres de
Teruel y su Comunidad de Aldeas en la explanada existente delante del palacio de la
Comunidad, salió el Procurador General al
balcón y les dijo: aquí tenéis el pan blanco prometido (señalando un gran canasto), también, el vino
caliente que os vivificará (mostrando una tinaja de generosas proporciones) pero, me perdonaréis, dijo el Procurador General suspirando,
que no os muestre, por decoro, el palmo de longaniza.
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Los pobres de la Comunidad, a continuación, entonaron los siguientes versos complacidos:
Haya magro, LONGANIZA,
solomillo y carne gruesa,
que alivian todos los males
cuando los labios la besan.
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HUMOR MISCELÁNEO PARA
LECTORES CONTEMPORÁNEOS
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