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Nadie sabe a ciencia cierta el por qué del nombre de esta calle/cuesta que comunicaba el portal de Valencia y la rambla de San Julián. La razón, bien pudo estar, en el "mote" de algún vecino residente en esta zona. Sin embargo, la "cuesta" tuvo un papel primordial en la actividad económica de Teruel. Pues, es bien sabido que al final de la rambla se encontraba un buen número de establecimientos preindustriales dedicados a la lana, la piel y la herrería. Además, por ella se bajaba a las huertas de la margen izquierda del Turia, particularmente a las del conde de la Florida que ocupaban la actual urbanización, la era de vías y la estación de ADIF. Además, daba acceso a dos caminos, el de las caravanas siguiendo la ruta del río Turia y el de la reconquista de Valencia por la cuesta del Carrajete. Pero, sobre todo, la cuesta de la Mona está ligada a la Tropela (establecimiento de "chuches" al comienzo del viaducto de Hue) y a las fiestas de San Antón en San Julián, donde era normal ver un río de gente subiendo y bajando tan empinada calle.
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