M O N R E A L
“Trono de Dios”
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Entre Albonica
(próxima a Fuentes Claras) y Urbiaca (cerca de Cella) en la vía romana Caesaraugusta-
Laminio ubicarían luego los reconquistadores cristianos, en tierras del Alto Jiloca,
la histórica e importante población de Monreal (del Campo). Las referencias
medievales señalan que aquí, el rey Alfonso I el Batallador instala la “Militia
Christi” y la población de Monreal.
*
José
Hernández Benedicto saca a luz en el año 1977 este simpático y entrañable libro
sobre “su pueblo”. A medida que pasa el tiempo, el libro, cobra valor e
interés. Pues no se trata, solamente, de un compendio de geografía o historia
de la localidad, el libro es algo más. Trata de la cultura popular, de sus
cantas, faenas agrícolas y ganaderas, costumbres y tradiciones, cuentos y
leyendas… en resumen rastrea por las entretelas de su pasado, su presente y se
atreve a adivinar el porvenir. Esto es así, pues lo veremos en esta pequeña
historia que trascribimos de: En el "chispa" que viene y va. En ella plantea
ya la necesidad de sacar a los hijos a estudiar porque el futuro en el campo no
da para más. El contenido del libro lo describe el propio autor en la
presentación, dejando bien claro que no es un libro de historia, nosotros
pensamos que es algo más y extraordinariamente valioso para entender el pasado
y el presente de Monreal del Campo.
Desde
Monreal del Campo, a través de las Parameras de Molina se llega fácilmente
hasta Alcolea del Pinar, es el mejor punto para atravesar el Sistema Ibérico.
Tal es así que siempre pasó por aquí el “coche de línea” y por aquí pasa una
carretera que es alternativa a la nacional nº 2, de Madrid a Barcelona. Pero
Monreal ha sufrido duros golpes durante el siglo XX y aún los sufre en este
XXI. El cáñamo, la remolacha, el azafrán, el cereal, la ganadería, el matadero, el cierre de las minas de
Ojos Negros. La emigración ha sido la solución más práctica a que se han visto
abocados los monrealenses. Ni PYRSA (Piezas y Rodajes S. A.) ni la Autovía Mudéjar han podido cambiar
una tendencia que se larva hasta nuestros días. En Teruel, cualquier tiempo
pasado parece que fue mejor y se añoran los tiempos en que el ferrocarril
vertebraba el territorio. Las cuadrillas, cuando iba a recoger el zafrán
reconocían los trenes como cosa familiar: “El Borreguero”, “El Mercancías”, “El
Corto”, “El Naranjero”, “El Exprés”, “Los Especiales”… Pero Monreal es una
población noblemente aragonesa y sabrá resolver los problemas de su futuro si
en ello pone empeño. “Garganta Jotera” llaman a este lugar donde tiene su
nacimiento el río Jiloca, precisamente en los ojos de “Jilo” o de
Monreal, aunque modernamente se atribuya un nacimiento más remoto en la fuente
de Cella. A este río incipiente hacen alusión multitud de letras joteras, dando
a entender que es una referencia sustancial para sus habitantes:
El Jilo
triste se queda
Con
su pena y su silencio:
Yo
ando mostrando la espina
Que
está clavada en mi pecho.
*
Para cantar bien la jota
Con
estilo sin igual
Hay
que beber agua clara
De
los Ojos de Monreal.
*
EN EL "CHISPA" QUE VA Y VIENE
Bajo
el sol naciente e incierto, sobre un azul violáceo de campos de azafrán, iban
cantando. Llevaban cestas y delantales, miradas de dicha en el esfuerzo y
cierto sabor de inconfundible juventud femenina entre aragonesa y castellana.
Poco
después, la niebla jugaba por el camino de la estación… Y se oían, alegres,
emotivas, las voces de los que habían ido cantando.
- Bah,
poco, poco…
- Si
miá, cualquiera sabe lo qu´es pior.
-
Hombre, pior que no haiga…
- ¡U
no! A lo mejor se vende más caro y te lo excusas en gastos.
- Deja, deja, qu´el azafranico tiene lo suyo y viene mu bien pa todo…
-
Claro, pero eso depende de cómo lo paguen…
-
Con el cesto sobre el suelo, al paso del “Chispa”, desbriznadotas y viajeros
izaban saludos y pañuelos, entre gritos de femenino entusiasmo.
- No,
que paice…
- Que
paice, que paice, qu´es.
- Si
va el tiempo malo, claro, pero si no. Este año poco frío se pasa.
-
Este no, aunque hubiá hecho, porque total pa lo que hay.
-
¡Si paice que no se ven esbrinadoras..!
- ¿Pa qué?
-
Hombre, que otros años venía media Castilla y de Alfambra y de la Sierra y de
todos laus.
- Y
este año tamién…
-
Pero menos…
-
Claro, pa lo que ha dau…
- No
señora, no, es que tengo el chiquillo en el estetuto y vuy pa llevale cuatro
cosas…
-
Como pasa el tiempo…
- Ya
lo creo, ellos p´arriba y nusotros p´abajo.
-
¿Le gustan los libros…?
-
Pues paice que va… si sigue así, paice que tiene afición.
-
Pues más vale.
- Ah
claro, claro… su padre bien le sermonió: “pa tú es… y si no, con cuatro ovejas
y pastor”…
- Si
valen, no hay como los estudios.
- ¡¡
Pero es menester tanto… !!
- ¡Y que aprueben!
- Eso, eso, que luego hacen falta influencias y
bien gordas.
- Yo
creo que estudiando…
-
¿No ve qu´exigen pa todo tanto?
-
Pero la gente es de otro treslau.
-
Eso sí, y la juventú más.
-
Más… más…
-
Los tiempos…
-
Sí, que cambean.
BENE
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"En Monreal hacen abarcas
y en Villafranca sombreros;
el que quiera mujer buena
que se case en Ojos Negros."
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"Morricos coloraus
quien os quisiera
de Blancas a Monreal
haciendo hilera."
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"La gran torre de Torrijo
le dijo a la de Monreal,
si hubieras tenido Obispo
hubieras crecido más."
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Alfonso I de Aragón
"Y como desde Daroca a Valencia eran lugares sin caminos y desiertos, mandó edificar una ciudad a la cual llamó Monte Real, esto es, morada del Rey Celestial, en la cual la milicia de Cristo tuviera su propia sede y en ella pudieran encontrar todo lo necesario y seguro descanso los que iban y venían."
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