ALIAGA
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En estos
escarpados y atormentados montes dados en llamar hoy, “Parque Geológico”, tomó
asiento la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, junto al río de los
lobos. En el siglo XII hizo la Orden un castillo del que ahora apenas quedan
unas ruinas. En el siglo XVII se construyó una tremenda iglesia barroca para
mayor gloria de Dios. Finalmente, en el siglo XX, se vio como en poco espacio de
tiempo, primero, era desmantelada la iglesia de San Juan Bautista por las tropas
anarcosindicalistas procedentes de Barcelona y después, en tiempos de Franco, construían,
con tecnología suiza, la Central Térmica de Aliaga. Todavía, en pleno siglo XVII, les quedó
resuello para construir otra impresionante ermita dada en llamar con el tiempo
Santuario dedicado a la Virgen de la Zarza, también en estilo barroco. Tiene el templo de
destacable, aparte de su arquitectura mil veces descrita en nuestra provincia con
las mismas palabras, una lámpara de plata del siglo XVII “mandada hacer por el
comendador de las baylías de Aliaga y Castellote”. En la sacristía se salvó de
la quema una Inmaculada del siglo XVII dorada y policromada y “un terno dorado
con oro y plata sobre terciopelo rojo y decorado con figuras de santos, del
siglo XVI, que figuró en la Exposición de Zaragoza de 1908”. Detrás de la
iglesia y tras pasar un arco se llega al antiguo cementerio, ahora colegio de
niños. Estamos en un ensanchamiento del valle del río Guadalope que forma a su
vez una pequeña pero fresca huerta. El valle da inviernos muy fríos y verano cortos pero muy agradables. Aguas abajo,
el río Guadalope, abre en canal una montuosa sierra dejando a su paso, cortados,
cañones, choperas y paisajes agrestes de una belleza salvaje indescriptible y donde es habitual la cabra hispánica. JJ
Garzarán tiene elaborados en soporte electrónico varios álbumes fotográficos
dignos de editarse. Trabaja muy bien la “Cofradía de la Virgen de la Zarza” y
particularmente se reconoce la dedicación de don Julián. Chino-chano vamos por
un agradabilísimo paseo, escoltados del río y de sus chopos cabeceros, hasta la ermita que veremos en el próximo capítulo.
Nota:
En la puerta de la Iglesia de San Juan Bautista vendía fruta un señor que, por
costumbre, coloca el camión de la guisa que puede verse en la foto, haciendo
del atrio, un mercadillo particular.
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Iglesia y Castillo.
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Calvario.
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Tiene coro bajo a los pies.
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Maqueta del Santuario de la Virgen de la Zarza.
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Puerta del viejo cementerio.
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