Un peirón, en este caso, este peirón de Castralvo poco dinero necesita para ser restaurado. Al verlo de esta traza, tan en su límite, dirigimos carta al Justicia de Aragón quejándonos de su abandono. La primera carta enviada por el Justicia al Ayuntamiento ha quedado sin respuesta y así nos lo manifiesta la oficina de Justicia en la misiva que adjuntamos. Este es otro caso paradójico de como funciona la política. Los detentadores del poder público se rodean de una parafernalia de gentes y burocracia que les impide ver los problemas del entorno. Con lo fácil y económico que es arreglarlo. ¿No le duele la vista a ningún político, al entrar a Castralvo, ver este monumento? Bien es verdad que antes ha habido otros políticos, de otro signo, que han sacado buena "tajada electoral" de este barrio por "dejar hacer" y mirar para otro lado en temas urbanísticos. Pero allá cada uno con su conciencia. Señor Manuel Blasco, por favor, que es poco dinero, arregle usted ese monumento tan típicamente aragonés. Puertas ermitorios, peirones y calvarios son tres monumentos genuinos de nuestra tierra aragonesa. ¡ Cuidémoslos!
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En una segunda carta que nos envía el Justicia de Aragón nos aclara lo siguiente, cita textual del Ayuntamiento de Teruel: "El peirón de Castralvo, está ubicado en la parcela 54 del polígono 301 del catastro de rústica, que no es de titularidad municipal, sino de la Sociedad de Montes Blancos de Castralvo".
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