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viernes, 1 de febrero de 2013

Febrero2013/Miscelánea. MAUSOLEO DE LOS AMANTES DE TERUEL ( V I )

EL POETA TUROLENSE DEL AMOR
Hay un gran poeta en Teruel que ha tenido a los Amantes por inspiración, siempre. Sus poemas y romances corren de boca en boca y han sido y son aplaudidos con gran entusiasmo por el Pueblo. Todos los conocen y, aunque haya pasado gran parte de su vida fuera de la Ciudad de los Amantes, siempre ha estado presente. Es como si su alma estuviera atada a estos muros viejos y a estos ladrillos mudéjares de forma irremisible. Se trata pues de un:
“Afable y bondadoso prototipo
del hombre comedido y servicial.
Se afana en que rizados caracoles,
Le cubran su carencia capilar.

Poeta que metido a periodista,
Se olvida por la prosa de los ripios.
Más puede contemplar con desahogo,
Lo poco que le daba el Municipio.”
Alfonso Martínez Torres
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Efectivamente, lo han adivinado, se trata de don Gregorio A. Gómez Domingo que nació en la localidad serrana de Griegos, un 2 de noviembre de 1929. Marchó a América y durante 23 años nos privó de su presencia. Allí enseñó literatura en una cátedra universitaria y dirigió, una emisora (Radio Quiché) y una escuela de Magisterio. De vuelta a Teruel siguió enganchado a lo que ha sido siempre su pasión: Teruel y los Amantes. Su  presencia y su consejo se hacen necesarios en cualquier evento amantista. Por todo ello, Teruel nunca estará suficientemente agradecida a esta persona que pone su saber y su prodigioso intelecto, al servicio del pueblo de Teruel.
“Enamorados del mundo
Amantes sobre la tierra
En Teruel alzó el amor
Un templo en el que se veneran
Las momias de Los Amantes
Que cual ejemplo presenta”.
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Armas de los Marcilla.
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“Venid aquí a renovar esos lazos que os estrechan
Que el amor se siente vivo,
Más allá de la existencia”.
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Las vidrieras son de una factura exquisita.
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Antes de empezar las obras del actual Mausoleo de los Amantes, este era el aspecto que presentaba la zona. Hay un desnivel que nos lleva a la plaza de los Amantes a la izquierda y, a la derecha, las casas que hubo que derribar para comenzar las obras.
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