VEINTITRÉS DE ENERO
(Santa Emerenciana)
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Mañana de frío y viento, sobre todo
viento. Poca gente por las calles de Teruel. Nada más cruzar el viaducto de Hue
el primer pobre. El cartel reza: ANDALUZ. ¿La petición?... dinero para volver a JAÉN. De Teruel a Jaén no hay transporte público directo. Así que, le he dicho:
tienes que coger “La Rápida”. No marcharte por la vía rápida, no. Sino que, al autobús
a Cuenca, le llamamos “LA RÁPIDA”.
Subiendo por el Tozal, otro pobre. Sus aparejos:
caja de cartón, bote de plástico y café. El frío aprieta y los transeúntes pasan
rápido sin sacar (por el frío) las manos de los bolsillos. Mira el reloj… que larga
se hace la mañana. El clima de Teruel no es nada bueno para los pobres.
A las 23 horas hago diariamente mi
paseo al centro de la ciudad. Conozco todos los cajeros y atrios de las
iglesias donde duermen algunos pobres.
¿Por qué, me pregunto, prefieren la
calle que dormir en un albergue? Los españoles aportamos dinero para estas necesidades
en la declaración de la Renta y luego, voluntariamente, mantenemos muchas
OENEGES. No entiendo que estas gentes tengas que vivir “tirados” en las calles.
Hay quien me apunta que hay mafias que controlan esta actividad y que resulta
muy lucrativa. Si fuera así, eso se llama explotación y debería ser delito.
El pobre es una afrenta a la dignidad
humana. Ahora que con tanta exquisitez defendemos un sinfín de cosas (que no
quiero enumerar)… prestemos más atención al ser humano y veamos que carencias psíquicas
o sociales tienen aquellos que VIVEN TIRADOS EN PLENA CALLE.
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