EL CASTILLO DE ENCINACORBA
La iglesia de Nuestra Señora del Mar (nombre oficial) de Encinacorba se encuentra enclavada dentro del castillo de la villa que, por
los elementos arquitectónicos todavía visibles, es anterior a la
propia iglesia, al menos, a la que conocemos actualmente. Tanto el castillo como
la propia iglesia (como es lógico) han sufrido transformaciones a lo largo de su historia. El
castillo parece ser una construcción iniciada por los Templarios (hasta 1317)
pero alentada y terminada, tanto la fortaleza como en la iglesia, por los
Sanjuanistas. La segunda actuación en el castillo tuvo lugar en el siglo XIV.
La tercera corresponde al siglo XVI y dejó su impronta en la actual iglesia. De
esta forma se adivina que las últimas obras, determinantes tanto del estado
actual del castillo y como de la iglesia, fueron en el siglo XVIII. Toda esta
evolución iremos viéndola pormenorizadamente a continuación.
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Si el rey Alfonso II de Aragón dona
la población a los Templarios y manda poblarla en el año 1175, es lógico pensar
que, los Templarios, iniciaran la construcción de la fortaleza que iba a
defender la ruta hacia Teruel y Valencia y el punto más crítico, que no es
otro, que le puerto del Alto de San Martín. De la primitiva iglesia, también en
el interior del castillo, quedan los restos románicos de una puerta, en adobe,
con arcos de medio punto abocinados. Delante de esta puerta se situaba el
cementerio. Sobre estas líneas pueden verse en la fotografía los los restos de la citada puerta.
Conviene señalar, a los profanos en la
materia, que los torreones de los castillos jamás tuvieron puerta (sería un
absurdo). Se advierte que cuando tras la Guerra de los dos Pedros se recrecen algunos
torreones o se crean ex–novo exentos de otros edificios, el acceso está elevado de tal manera que para
subir hay que utilizar una escalera de mano que se retiraba una vez arriba, lo
mismo sucedía en cada uno de los pisos. En Encinacorba está, también, patente
el ventanal de acceso a la torre.
En el castillo actual de Encinacorba
se pueden distinguir, todavía, varios torreones. De ellos, uno se transformó en
torre (actual torre) elevándolo en altura, posiblemente al reforzar la
fortaleza con ocasión de la Guerra de los dos Pedros. Pedro IV de Aragón mandó
fortificar todo el Aragón occidental. Otro de los torreones acoge en su
interior la capilla de la Virgen del Rosario. Para hacerse idea de la
contundencia con la que estaban construidos los muros del castillo basta
señalar que para subir al púlpito se practicó una escalera por el interior del
muro.
De estas fechas se conservan unas piedras "señeras" con la fecha de 1374.
De estas fechas se conservan unas piedras "señeras" con la fecha de 1374.
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La imagen nos muestra tres momentos
arquitectónicos diferenciados. La torre del siglo XIV situada a los pies de la
iglesia con coro bajo al exterior y como impostado. La galería de arcos
corridos de estilo renacentista (hay dos casas en la calle Mayor que reproducen
este modelo napolitano) Y el torreón en primer término que hacía la función de
prisión. Junto a este torreón se encuentra la boca de un túnel que va a salir
junto a la fuente. El torreón veremos que se repara y se refuerza en el siglo
XVIII.
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En la
imagen puede observarse los añadidos que se hacen a la iglesia en el
siglo XVIII. Se trata de la parte del Evangelio. Al ser una iglesia de estilo
gótico de una sola nave con contrafuertes y bóveda de crucería estrella, se
opta por añadir tres capillas barrocas por este orden: La capilla de la Virgen
del Mar, la capilla de San Antonio y, finalmente, la capilla de San Esteban (pese
a que en él figura el retablo esté San Lorenzo). A los pies de la iglesia se encuentra el coro bajo.
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Tanto las capillas como los torreones
de la parte norte se construyen o se refuerzan utilizando la técnica de la
llamada "faja toledana". Puede
observarse en la fotografía pese a que
en la última intervención el "talochamiento" de las pareces desfiguró
la obra dieciochesca. Algunas casas de la villa están recuperando esta técnica
(José María Gasca en la plaza del maestro Isern).
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Con las sacristías adosadas al ábside
de la iglesia queda visionada esta parte norte de la iglesia gótica (con capillas barrocas) de
Encinacorba.
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Obsérvese la capilla de la Virgen del
Mar. Reproduce una cenefa tal cual se encuentra bajo el alero renacentista de
la iglesia. Lo cual indica que, sobre esa cenefa, se colocó en su tiempo un
alero e inmediatamente cuando se recrece la pared para construir la capilla
actual de la Virgen del Mar se continúa con la "faja toledana".
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El detalle de la cenefa
gótico-renacentista nos puede indicar la existencia de una capilla (más pequeña
que la actual) dedicada a la Virgen y anterior a la actual del siglo XVIII.
Dado que, si la talla de la Virgen del Mar es de final del siglo XIV y el
milagro se produce a principios del siglo XVI, es natural que se le hiera una
capilla y que luego con el impulso del milagro y el acrecentamiento de la fe se
ampliara.
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Estas piedras señeras pertenecientes al castillo y ahora colocadas en el parque creado en su interior están datadas, de ser cierta la fecha de la inscripción y no ser un añadido posterior, en el año 1374. Para esas fechas, no solamente el castillo tenía acreditada su importancia, sino que, ya habría sido fortificado. La fecha señala 5 años después de la Guerra de los dos Pedros (1356-1369). a partir de entonces iría creciendo en riqueza la iglesia de su interior.
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Cruz de la Orden Militar
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Escudo cuartelado en cruz. 1.- Cruz
de la Orden. 2.- Águila y León rampantes. 3.- Águila y león rampantes. 4.- Cruz
de la Orden.
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Flor de Lis e inscripción 1374
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