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domingo, 13 de enero de 2019

Enero2019/Miscelánea. ANDORRA, EL TAMAGOCHI Y EL CALENDARIO DE LAMBÁN.


EL CAPITÁN LAMBÁN
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El Capitán Araña/Arana, «que embarcaba a la gente y se quedaba en tierra», según reza un dicho que se remonta hasta el siglo XVIII.
Hoy la prensa regional y provincial venía “calentita”. Andorra clama por su térmica y el tren (un Tamagochi) deja en tierra en Teruel, de nuevo, a sus pasajeros. A pesar de lo mal que vamos, Lambán (y el de Cedrillas), se empeña en decir que vamos superior. Pero, a cuento de los problemas de Aragón y de Teruel, que hace Lambán. Pues les contaré que en mi pueblo, antaño melonar, a primeros de enero el “tonto del pueblo” repartía los nuevos “calandarios”. Cuál no ha sido mi sorpresa al ver que hoy con el Diario de Teruel Lambán nos repartía gratis un ejemplar ilustrándonos sobre la historia de la Corona de Aragón.  Falta que nos diga, ahora, cuando se constituyó/creó  esta última y tan ventilada entidad o, que rey de Aragón, se entronizó con semejante título… cuándo, dónde y por qué.
Lo cierto es que Lambán lleva tiempo haciendo de Capitán Araña o Arana. Nunca aparece allí donde el pueblo llano se manifiesta en petición, en reivindicación de lo necesario, de lo sustancial.  El abandono que hemos sentido los turolenses, no con él personalmente, sino con la Presidencia de Aragón que ostenta ha sido muy grande y muy sentido. Tentados hemos estado de desvincularnos de Aragón por su nefasta acción, en este caso inacción. Cualquier expresión en las redes sociales que señale la voluntad de algunos turolenses de segregarse de Aragón y de integrarse en Valencia es largamente aplaudida y no porque aquí el sentimiento aragonesista sea menor, sino por el hartazgo que acumulamos después de estos años de malhadada presidencia de esta comunidad.
Señor Lambán, embárquese, ¡vamos todos en la misma nave! Y recuerde que, nuestras cuitas son las suyas… es más, tiene la obligación, por la representación que ostenta, de hacerlas suyas.
Esperamos con la suficiente, pero prudente ansiedad, la llegada de las elecciones para mandarlo a su casa.
Y, finalmente con esta letras (y sin acritú) se despide de usted su ya, desde ahora, exvotante que le saluda atentamente.
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