AZNAR HA VUELTO
(¡Qué tiemble el PSOE!)
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En realidad nunca se fue. O, mejor
dicho, nunca se fue del todo. Ha estado observando a Rajoy no sin una fuerte
preocupación. Por eso, cuando Rajoy se marchó (lo echó una moción de censura) no
dijo nada, ninguno de los dos dijo nada. Ambos sabían cómo se encontraba la “derecha”
política en esos momentos en España. Rajoy (apodado por Federico: maricomplejines) se marchó a descansar, sabiendo que su tiempo
político había acabado. Aznar sin embargo, no. Todo lo contrario. Tenía
preparada su nueva estrategia. Los verdaderos, los auténticos liberales son
ellos y no estos advenedizos de Ciudadanos C´s.
Quienes hayan oído gramacear a
Federico Jiménez Losantos desde su emisora EsRadio habrán podido observar su
más que radical discurso. Federico y Aznar son amigos y colegas ideológicos y, por
ello, ambos participan de la misma estrategia. Federico, sin decirlo explícitamente,
viene clamando por la aparición de la extrema derecha. La razón nace de la
última crisis económica que decantó a la izquierda española, aún más, a la
izquierda, con la aparición de un potente (¿?) partido de extrema izquierda
como Podemos. Esto afectó, ya se intuía, a la derecha. El desequilibrio en el
esquema político español estaba cantado y, aunque el PP tras la caída de
Zapatero obtuvo una mayoría absoluta, se observaba en el último periodo de Rajoy, una tremenda debilidad en la
derecha.
En el PP hubo, también, un intento de
radicalizar el partido hacia la derecha
con la Ley sobre el Aborto de Alberto Ruiz- Gallardón. En aquella ocasión se
pensó, sin dudarlo, en prescindir de Gallardón. Y, quién sabe, es posible que
fuera un acierto.
La realidad es que en la actualidad
Aznar controla (directa o indirectamente) todo el espectro político español desde el centro derecha hasta
la extrema derecha. Un poder que aparentemente será compartido pero que
hegemoniza Aznar como ya se ha visto en Andalucía cuando Ciudadanos, obligado a
pactar, se ha tapado las narices y, al firmar el pacto del Gobierno de la
Junta, ha dado por buenos los votos de VOX.
Las cosas están así. Para ganar las elecciones
se necesita dinero. Los partidos emergentes tienen que retratarse ante la
banca, sino, no hay pasta. Y, la banca, necesita avales para prestar un dinero.
A Ciudadanos la banca le prestó dinero
con la condición de que favoreciera la gobernabilidad, es decir, que fuera un
partido bisagra. Esa es la naturaleza de Ciudadanos. Para Santiago Abascal la
cosa es, también, muy sencilla, tanto él como Pablo Casado son delfines de
Aznar. Los avala Aznar. Aznar los ha criado a sus pechos. Ambos partidos
responden a la misma estrategia. Una estrategia tan lícita (sino más) que la
del PSOE pactando con radicales de izquierda, independentistas y herederos de
la banda asesina ETA (¡toma ya!).
Así las cosas, no conviene comerse la
merienda antes de llegar al tajo. Por esa razón esperamos a las próximas en las
que se explicitará definitivamente cuál va a ser el mapa político español para
las próximas décadas. En resumen, si tal como se espera, VOX consolida su
posición en el mapa político español.
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