DOS MIL AÑOS
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Con el cierre de la Térmica de
Andorra y de SAMCA la provincia de Teruel pone fin al sector del carbón que
durante el siglo XX fue motor (con el hierro y el azufre) de la economía turolense. No se acaba aquí la
minería en la provincia, una actividad que lleva en marcha desde los celtíberos,
es decir, más de dos mil (2.000) años. Pero, este cierre, ha resultado ser muy dramático
en dos sentidos. Primero por las afecciones económicas que produce y, en
segundo lugar, porque pone en evidencia las limitaciones de algunos recursos
naturales por su baja calidad ambiental.
Para algunos (OTUS) nunca debió
ponerse en marcha esta central. Para otros, nunca debería dejar de funcionar.
Unos y otros pueden tener sus razones de peso pero, el problema, el drama, se
produce cuando no se vislumbran alternativas. Ese es el verdadero problema. Se
cerraron los Altos Hornos de Sagunto y, ahora, Sagunto es una ciudad
floreciente. Sin embargo aquí, en Teruel, el temor nos atenaza. Esperemos que
algún día se abran las ventanas de Teruel y nos llegue algún rayo de esperanza.
Cierre de la térmica de Andorra
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