Ediciones París - J. M. Zaragoza
Depósito Legal B. 35.330 - XXIV
460 Viaducto / Viaduc / Viaduct
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SAN JULIÁN
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Es un barrio que lo define y vertebra
una rambla y sus correspondientes barrancos. Lo perimetra al norte el barrio
del Arrabal de la ciudad y sobre todo la
calle Mayor del Arrabal que sirve de divisoria de aguas. Al este, la Ronda de barrios pone límite al
caserío y, al poniente, la Ronda de Ambeles. Por la Rambla pasó en el Medievo la
ruta de caravanas que unía Valencia con Zaragoza y, posteriormente, el camino
real-carretera (cuesta del Carrajete). Creció y sigue creciendo de forma muy
descontrolada y por esa razón vemos a diario noticias de litigios urbanísticos (caso
palmario de Pomecia). Baja la Rambla hacia el Turia y cruza la acequia que
viene del Alfambra entre los dos viaductos.
Desde siempre el barrio ha sido un
cajón de sastre donde se ha metido de todo siendo, sus principales actividades: la extracción de arcillas con las que se fabricaban ladrillos, tejas y,
también, la cerámica vidriada y decorada de Teruel. Conservamos el topónimo de
Motina, lugar en el que se instalaron unas Menas, que no son otra cosa que unas
eras longitudinales para fabricar cuerdas con cáñamo. Al final de la rambla se
situaban los establecimientos más contaminantes y fétidos: las fábricas de piel
y de lana. Pero, San Julián, por su ubicación era un buen lugar para instalarse
los agricultores que accedían fácilmente a las huertas del conde de la Florida
y las situadas en dirección a Villastar.
Hasta mediados del siglo XX la
Rambla, en su conjunto, todavía era una rambla viva. Se respetaba el cauce
natural y las construcciones se hacían en las laderas para molestar lo menos
posible. En la postal que hemos colocado en la parte superior, puede verse una
parte de la Rambla y su situación en torno de los años sesenta. Destacamos el
asilo de San José construido a principios del siglo XX (modernismo Monguió) y
un bloque de viviendas protegidas del Patronato del Padre Polanco al fondo.
Arriba, junto a la plaza de toros de Teruel ya aparece un moderno bloque de
viviendas (comienza el desarrollismo). Luego vendría la cooperativa de la UGT y
finalmente la edificación, casi total, sobre una Rambla ya soterrada.
Lo que fue ayer la Rambla y lo que es
ahora, son dos mundos diferentes. Del “mundo” anterior apenas queda esta casa de labor o de
agricultores con su corralico que colocamos bajo estas letras. Pero, la piqueta, es inmisericorde y mucho nos tememos que pronto se pondrá fin a su existencia.
Tanto de ella como de algunas construcciones agrícolas que todavía perviven.
El compromiso del Ayuntamiento de
mejorar el barrio pasa por la construcción de amplias zonas verdes, la creación
de centros de interpretación o la instalación de Conservatorio de Música (en el
anterior asilo) y de sacar algunas actividades industriales (piedra) del barrio
por ser muy contaminantes.
Pero, quizás, la parte más problemática
del barrio sea el gueto-barrio de Pomecia en la rambla del Chepa. Un tema que ningún
alcalde ha sabido resolver…
Casa de labor entre viaductos
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El corralico
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