PALMIRENO EN CAÑADA VELLIDA
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Si Lorenzo Palmireno utilizó
Cañada Vellida como escuela de oratoria. Digo yo, que nuestros políticos podrían
aprovechar la fortuna de esta pequeña pero entrañable localidad turolense para
hacer lo mismo. Mas, no creo que la idea triunfe ni por asomo. Cuando
Lorenzo murió todavía no se había comenzado a edificar la iglesia de la Asunción
(XVI), ni el edificio del Ayuntamiento (XVI), ni mucho menos la ermita barroca
de San Juan Bautista. De la época moderna, también, es el oratorio o ermita de
san Miguel. No había granjas ni almacenes de grano. Seguramente habría algunas
pobres casas de pastores y algunas parideras para el ganado. Por todo ello,
pensamos que sus ejercicios de oratoria
no molestaban a nadie pues el lugar, ayer como hoy, es una autentica
caja de resonancia.
La ermita de San Juan (Bautista),
que hoy mostramos, es muy bella. Construida en la ladera de la montaña tiene un
serio problema de humedades y a pesar de que se ha actuado sobre ella
recientemente, ésta (la sempiterna humedad) vuelve a salir con implacable impertinencia. La ermita
oratorio de San Miguel se utiliza para hacer misa ya que, en invierno, la
iglesia es muy grande y se gasta mucha calefacción.
El patrimonio religioso, en
general, está bien conservado. Tienen un peirón dedicado a Santa Bárbara cuya
factura es corriente en la zona. En el próximo capítulo veremos la arquitectura
popular de Canyada Bellida y en el siguiente, la de Orrios.
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Cúpula pintada con esgrafiados.
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Esgrafiados.
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JUAN LORENZO PALMIRENO
PICHAD AQUÍ:
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