Vistas de página en total

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Noviembre2017/Miscelánea. UNA BANDERA MÁGICA EN LA COMIDA GACHERA DE CALAMOCHA.

Era una bandera, verdaderamente mágica. La mayoría de los Gacheros y de los clientes del restaurante de Calamocha no lo creían. El Mago Agujerelio hizo la primera prueba mágica. Puso la bandera en la silla y Marcial Marco Saura desapareció como por ensalmo. Un Oooohhhh! rotundo salió de la boca de los expectantes e incrédulos Gacheros. Pero, esto no es todo, dijo el Mago Agujerelio limpiándose la nariz con ella.
*
Ved ahora, dijo el  Mago Agujerelio, como hago desaparecer a todos los Gacheros. En ese instante extendió aquel paño mágico sobre la mesa y se produjo un hondo silencio. Retiró de nuevo la bandera y los Gacheros volvieron a su algarabía habitual.
*
Más aún, dijo envalentonándose el Mago Agujerelio. Necesito que se acerquen dos voluntarios. Facho y Pancha salieron voluntarios. Ahora, dijo el Mago, coloca esta bandera mágica en el cuello de Facho. Y diciendo las palabras mágicas y ante el asombro general... 
*
Apareció en el mismísimo Calamocha PUIGDEMONT. ¡Oooooooooohhhhhhh! No cesaba el asombro entre los Gacheros y entre la clientela del restaurante calamochino.  ¡Qué no se escape! dijo Royo-Benjamín.¡Cógelo apremió, a voz en grito, Juan Antonio Blanco! Pero el Gran Mago Agujerelio, diciendo de nuevo las palabras mágicas tornó a Facho a la realidad.
*
UNA PRUEBA FINAL Y "DEFINITIVA"
(Pidió, la exigente clientela)
*
Mago Agujerelio, Mago Agujerelio, decían todos los Gacheros. ¡Queremos una prueba definitiva de tu poder! ¿Qué prueba es esa? inquirió el Mago Agujerelio. A ver si eres capaz de mover de su silla a JUAN Y MEDIO. Imposible, decían los clientes del restaurante. Ningún mago, ni el más mago de los magos, es capaz de realizar tamaña proeza. A JUAN Y MEDIO no lo mueve ni DIOS de su silla.
*
Silencio y expectación en la sala. Mago Agujerelio agitó la bandera mágica sobre la cabeza del aliaguino con suerte.
*
Lo cubrió con ella y ¡ Ale Hop!
*
JUAN Y MEDIO  aparece en la otra punta de la mesa, en pie y sonriente. ¡Bien!,¡Viva!, ¡Bravo!
Así resonó la sala calamochina ante aquella proeza sin igual.
*
Tras el espectáculo se brindó con Cava de Cariñena. ¡Buenísimo!
*
Todo lo que se relata aquí es verídico.
Lo cuenta quien lo vio.
Pero, dichosos aquellos que sin ver, creyeren.
***
**
*