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UN MUSEO DE LAS CARRETERAS
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Muchas de las visitas que ha tenido
este Museo de las Carreteras, ubicado en el Centro de Conservación de las
mismas de Teruel, las he realizado con mis alumnos. Todos los años éramos
recibidos jovialmente por Modesto y su equipo. Lo hemos recorrido en toda su
extensión y los alumnos han aprendido, jugando, cómo se construyen hoy y cómo
eran las carreteras, antaño. El museo muestra, al estar relativizado a las carretas,
una parte de nuestras comunicaciones históricas. Pero, sin duda, es un buen
punto de partida. En días anteriores ya señalamos lo interesante y constructivo
que sería tener un compendio de todas las comunicaciones de esta parte del
Sistema Ibérico, tan peculiar en España. Porque, es verdad, los historiadores
en general van de pasada sobre este asunto que antaño podría ser obviado, pero
que hoy día es imprescindible, no en vano estamos en la era de las comunicaciones.
Es importante saber la forma de relacionarse, el comercio, el desplazamiento de
personas y ganados en cada periodo de la historia. Seguramente tendríamos un
mejor conocimiento de nuestra peripecia histórica y sabríamos encarar mejor los
retos de una sociedad actual que se mueve en los parámetros de la logística.
Pues hasta en el pueril acto de comprar en Amazón, por ejemplo, requiere y es
fundamental un buen sistema de comunicaciones. Hoy día, casi todo el mundo está
en algún momento en la carretera. Y en Teruel se percibe, rápidamente, el déficit
que padecemos en esta materia. No olvidar nunca la N-330.
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