Chopo maderero abandonado y desarrollándose anárquicamente. Genera en su entorno muchos problemas, incluso de seguridad por la caída de ramas o incendios.
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EL CHOPO MADERERO O CABECERO
(Hay que tener claro que el chopo maderero o cabecero, como la mimbrera, es un cultivo, si cesa el cultivo (en este caso por la despoblación) y crece salvaje, genera muchos problemas)
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El gran número de pequeños ríos,
riachuelos, cauces, caucecillos, ramblas y barrancos que avenan la provincia de
Teruel hizo que creciera de forma constante el chopo maderero. Su uso
fundamental eran las vigas para la construcción, para los aperos de labranza y,
también, forraje y leña para el fuego. La desertización del territorio ha
quitado a los hombres pero, lógicamente, ha dejado los chopos en las riberas de
estos diminutos cauces. Ahora, en la provincia de Teruel, ni hay gente, ni la
madera vale nada, por lo que, el que tiene una partida de chopos se encuentra
con un problema. Si los chopos están en tierra de dominio público igualmente el
problema es grave. La administración, con la parsimonia, la falta de interés y
la falta de dinero, no ve en el chopo que está caído, tronchado y pudriéndose en
un descampado, la necesidad imperiosa de acudir a resolver el
problema.
Hasta ahora nos han puesto el cebo. Magníficas
fotos de chopos en los cauces de los ríos. Pero el que enseña / muestra un
aparte de la realidad, intencionadamente / ostensivamente, nos está engañando.
También se debe ver y mostrar esa otra realidad de troncos podridos, abandonados
y deteriorando el medio ambiente. En caso de incendio estos troncos enormes y
huecos son dificilísimos de apagar y por ellos muy problemáticos. Si un
territorio debe tener la población que puede mantener. De la misma manera, ese mismo territorio, deberá tener la masa forestal que sea capaz de mantener de forma óptima.
De lo contrario, nos encontramos ya con problemas. De tal forma que el chopo
maderero, hoy día, es un gran problema porque no hay gente que mantenga su cultivo. Pero, a su vez, es un
molesto problema para algunos agricultores, como así lo señalan los regantes del
Jiloca y, particularmente, Luis González Pérez en el testo que abajo recogemos:
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“…nos destrozaron las fincas, nos
dejaron toda la broza, todos los árboles pegados, nosotros hemos tenido
problemas con el Seprona, se cae un
chopo cabecero un problemón, cuando se
cae en el río otro problemón, los tenemos que volver a sacar nosotros y
todo lo hacemos con nuestros medios, hemos ido a la Confederación a solicitar a
ver qué podíamos hacer con la limpieza del río que por cierto nos costó que nos
atendieran aproximadamente ocho o nueve meses… Luis González Pérez Representante de la C.R. de Calamocha.”
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Es pues, evidente, que hay luces y sombras en este asunto pero, en la sociedad actual, casi todo se hace sin debate ni reflexión. Se funciona mejor, acudiendo el símil
matemático, con la MODA, que con la MEDIA o la MEDIANA. ¿Tendremos que desandar parte de lo
andado?
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Aquí vemos como el chopo al caer y fragmentarse corta el sendero fluvial del Guadalope en Aliaga.
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La madera no vale nada y se abandona a su suerte. No olvidar que el chopo maderero es un cultivo.
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El chopo ha caído, esta vez sobre un sendero, creando un peligro potencial.
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Sobre el cauce del río Guadalope
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