SALUD
ENTREVISTA
EXCLUSIVA A "MADRID ACTUAL"
Francisco Moya:
"El cáncer es fruto de una somatización de las emociones y se puede
curar"
ENTREVISTA DE ALFREDO
FERNÁNDEZ
8 de agosto de
2016: Entrevista actualizada con un vídeo al final del texto, que recoge una
intervención reciente del Doctor. Se trata de una conferencia a estudiantes
universitarios.
Francisco Moya
es un médico radiólogo sexagenario, que lleva casi dos años dedicándose a curar
enfermedades con una curiosa, innovadora y desconocida técnica que está
reportando muy buenos resultados.
Para él, la
enfermedad es una disfunción psíquica o corporal que tiene su génesis en la
afectividad, y se expresaría externamente de múltiples modos. Por ejemplo, uno
de los motivos por los que se desarrollan enfermedades sería la pérdida de
seres queridos.
Siguiendo su
argumentación, afirma que cuanto más emotiva sea una persona más posibilidades
tiene de somatizar enfermedades. Concluye así también que las mujeres, al ser
por lo general más emotivas, tienen más posibilidades de enfermar porque
somatizan más a consecuencia de sus emociones.
Para llegar al
fondo la la persona, y descubrir así qué emociones le son dañiños, utiliza una
técnica de relajación -no de hipnosis- con el fin de que la persona pueda
observar su vida pasada.
Para desarrollar
su peculiar técnica curativa abrió una pequeña consulta en Sevilla, ciudad en
la que reside, en enero de 2013. Desde entonces no para de atender a pacientes,
y de obtener unos resultados asombrosos. No se publicita en ningún sitio. Su
secreto, como él mismo afirma, "el boca - oreja".140825 francisco
moya entrevista
¿Cómo y por qué
comenzó a desarrollar esta técnica curativa?
Yo soy médico
radiólogo desde hace treinta y ocho años. Siempre he tenido inquietudes que me
han llevado a buscar las últimas tecnologías en radiología con el fin de llegar
a lo más profundo de la enfermedad. Tengo un afán de profundizar y fundamentar
lo que hago, buscando todo lo que se ha escrito y dicho sobre la labor que
tengo entre manos, en este caso la radiología.
Encontré una
máquina en China llamada HIFU, que es capaz de destruir cánceres de páncreas
intratables por cirugía convencional. Una técnica muy poco conocida, que de
saberlo hubiera sido capaz de curar a personas como Rocío jurado, Pavarotti o
Steve Jobs.
Con el
descubrimiento de esta máquina, muchos occidentales me buscan para que les
lleve a China y ser tratados con esta técnica. Es así como comienzo a entrar en
contacto más con los pacientes, pues como radiólogo hasta entonces el
tratohabía sido escaso.
Supongo que esos
largos viajes en avión darían para hablar de todo con esas personas...
Sí. En el viaje
me cuentan muchas cosas. Descubro entonces una relación clara entre sus
problemas emocionales y la enfermedad. Decido investigar así todo lo escrito
hasta el momento sobre esa posible relación, y viajo para conocer a algunas
personas que han escrito del tema.
¿Y cómo pasa de
la teoría a la práctica?
Corría el año
2008. A partir de ese momento comienzo a experimentar y descubro que las
enfermedades siguen unos patrones que se repiten siempre, de modo que se puede
determinar la emoción que hay detrás de cada enfermedad.
¿Se ve capaz de
curar cualquier enfermedad?
Absolutamente,
contando con la voluntad de curarse de la persona.
¿También las
enfermedades graves?
Sí, aunque en
este caso es más complejo. En mi proceso de experimentación observé que los
pacientes con enfermedades graves no se curaban simplemente indentificando la
emoción. Entonces di un paso más: investigar las emociones que había tenido el
paciente desde el momento de su concepción. Digamos que la enfermedad grave es
como la gota que ha colmado el vaso emotivo, es la consecuencia de un cúmulo de
emociones a lo largo de toda una vida que, llegado el momento, se desborda.
140825 francisco
moya entrevista3¿Y por dónde siguió su investigación?
Las lecturas de
Carl Jung y Sigmund Freud me animaron a continuar mi búsqueda llegando a la
etapa inconsciente del ser humano, que es la comprendida entre la concepción y
los nueve años. Freud había intentado llegar por la hipnosis, pero no curaba.
Me planteé que lo que tenía que hacer con mis pacientes era hacerles revivir el
pasado, y no sólo recordarlo. Jung me ayudó algo más en mi propósito: había
inventado el método de la "imaginación activa", que ha caído en desuso.
Consiste en relajar a la persona, bajar a su inconsciente, sin perder la
consciencia.
O sea, ¿una
especie de hipnosis?
No, porque con
este método la persona conserva totalmente la consciencia. Y así en el proceso
está la persona entera: la conciencia, la inconsciencia y el cuerpo. Yo no
actúo si el paciente no está despierto.
Una vez relajada
la persona, busco el momento en que se ha sensibilizado a este tipo de
emociones. O sea, siguiendo el símil del vaso que se desborda, en qué momento
se ha creado ese vaso que, con el paso de los años, se colma.
¿Y cómo consigue
detectar dónde está el problema en el insconsciente?
Cuando relajo a
una persona, llevo una orientación en función de lo que me ha contado. Pero a
veces su inconsciente me conduce a otro lado. El inconsciente toma las riendas.
Es como si el inconsciente dijese: estoy más interesado que nadie en darme a
conocer para que sepas hacia dónde ir. Y te da una información que siempre te
sorprende. Yo realmente no hago nada. Es el mismo inconsciente de la persona,
su parte emocional, la que me da la información adecuada para ese momento.
¿Cómo ha
aprendido tanto del inconsciente?
Después de Jung,
me ayudó mucho en mi investigación el español Joaquín Grau, recientemente
fallecido. Grau es el que mejor ha descrito cómo es ese mundo del inconsciente,
que tiene mucho que ver con el hombre primitivo, con el deficiente mental, con
el niño... y él ha tenido la sensibilidad de describirlo perfectamente y
enseñarlo durante 40 años. Yo utilizo ese conocimiento de Joaquín para
dirigirme a la parte inconciente de la persona.
También me ha
ayudado a comprender muchas cosas sobre la persona la filósofa Edith Stein
¿La santa
alemana de origen judío?
Efectivamente.
Cuando empecé con este trabajo, y al comprobar los espectaculares resultados,
me entró miedo. Me dije: "¿Qué estoy haciendo?". Después de 40 años
de profesión, sé que lo que hago no es habitual en los médicos. Entonces me
propuse fundamentar lo que estaba realizando, profundizar sobre la persona y su
estructura.
Busqué entonces
en los escritos de los filósofos. Quería encontrar dónde está la emoción, y no
conseguí respuesta en los escritos de ningún hombre.140825 francisco moya
entrevista5
¿Freud tampoco
habla del tema?
Freud no es
filósofo. y Jung le ataca precisamente en eso. La respuesta la encontré en los
fenomenólogos discípulos de Husserl, y concretamente en una mujer: Edith Stein.
Su primer libro, "Sobre él problema de la empatía", es fundamental
para entender cómo se desarrolla la enfermedad. Y el último, "La
estructura de la persona humana", para saber que el centro de la persona
es la afectividad, la emoción, el corazón. Y por eso entiendo que si el centro
de la persona es el corazón, todo está controlado por éste, no por la razón,
como tácitamente entendemos en la civilización occidental. La razón tiene un
20% del conocimiento. El conocimiento total de la persona está en el
inconsciente, en el corazón, en la afectividad. La razón complementa el
corazón, y no está para obviar o despreciar al corazón.
¿Qué tipo de pacientes
le llegan?
Suelen acudir a
mí gente desesperada, que ha ido a todo tipo de médicos, que ha hecho todo tipo
de pruebas, y continúa con el problema de salud.
¿Por qué otros
médicos no han puesto en práctica este método?
Porque exige en
primer lugar entrar en todas las especialidades médicas, incluyendo las
especialidades psiquiátricas . Pero la psiquiatría convencional no entra en el
inconsciente. O sea, esta técnica exige una profundización consciente del
inconsciente.. Exige dedicarte a toda la persona: al cuerpo, al consciente y al
inconsciente, al que no se dedica nadie.
¿Cuál es la enfermedad
más grave que ha curado?
El cáncer,
porque lleva unas connotaciones de enfermedad y de angustia muy fuertes. Una
persona a la que le dicen que tiene un cáncer, muy probablemente esa noche
desarrolle nódulos pulmonares de puro miedo a morir. Esa noche esa persona no
duerme, y tiene una ansiedad enorme.
¿Cuántos
cánceres ha curado en el último año y medio?
Unos 15.
¿Qué porcentaje
de éxito tiene en los casos que ha tratado hasta ahora?
Cuando el
paciente quiere curarse, el 100%. Pero hay un problema, que en la primera
sesión aparecen cosas que hay que cambiar...
¿Por ejemplo?
Por ejemplo una
relación que hay que regularizar con alguna persona (hacer las paces con una
madre, con un esposo o esposa, o una mujer tiene que poner firme y plantarse
ante un marido maltratador, o una hija que tiene que decirle a la madre que
ella no quiere ser su confidente, o una persona que no se resigna a perder su
patrimonio... O sea cuando aparece el problema, hay que cambiar cosas de la
propia vida que cuestan...
O sea, que el
problema, o el origen de la enfermedad, siempre lo detecta...
Sí, lo detecta
la misma persona, porque ella es la que revive, y se da cuenta de dónde está el
origen afectivo o psicológico de su mal físico. Siempre, cuando acaba la
relajación, sale sabiendo dónde está el problema que origina su enfermedad.
¿Si la persona
quiere salir de su enfermedad, se cura siempre?
Sí, pero exige
ese cambio. Y el ser humano no es muy proclive a cambiar.
Descubierto lo
que hay que remover, ¿cuánta gente lo acomete?
Un 50%,
lamentablemente. Algunos, después de una o dos sesiones, cuando llega al punto
que tiene que cambiar, da marcha atrás. El gran problema de la enfermedad, no
es ésta, sino el mensaje de cambio que trae, al que algunas personas no están
dispuestas. Es mucho más sencillo tomar una pastilla y olvidar el mensaje. Si
esto lo soluciono sin cambiar nada, mejor.
¿Es más fácil
curar enfermedades psíquicas?
Sí, son más
fáciles.
¿Una pérdida de
vista se puede curar?
Claro. Tengo
casos en que su pérdida de vista coincide con el momento en que sus padres le
cambiaron de colegio. Eso en una persona de seis años es muy traumático, y es
fácil que se manifieste en una pérdida de vista.
¿Y la presbicia
también se cura?
En este caso es
diferente, porque es un deterioro del organismo. La enfermedad de la vejez no
la curo... Tampoco soy capaz de quitar las arrugas de la cara o las canas...
¿El colesterol
alto?
Claro.
Una mujer que
sufre malos tratos, ¿está más expuesta a desarrollar enfermedades?
Por supuesto. La
sociedad tiene que acabar con los malos tratos. Eso no se puede aguantar. Y son
muchas mujeres las que se encuentran en esa situación porque los varones no
sabemos tratar a las mujeres. Ellas sufren más de lo que parece. Lo que aparece
en la prensa son los homicidios y cuando hay lesiones físicas. Pero las
lesiones psíquicas no salen publicadas, y las mujeres son muy sensibles. Los
hombres, muchas veces, no somos capaces de percibir esa sensibilidad de la
mujer, que es diferente, no inferior.
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