Fachada oeste de la ciudad de Teruel
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LA CORRUPCIÓN, UN PROBLEMA PERMANENTE
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En la fotografía puede verse la
fachada oeste de la ciudad de Teruel. Al pie de esta parte de la ciudad se
encuentra el río Turia y su vega. Buena parte de esta vega pertenecía al conde
de la Florida (sus antecesores eran los Pérez Arnal). Para cuando suceden los hechos,
es decir, a principios del siglo XX (en 1901 se inaugura el Central de Aragón), Domingo Gascón y Guimbao en su Miscelánea Turolense denuncia los hechos, la
empresa belga encuentra, en el conde, la colaboración necesaria para ahorrar
gastos (o aumentar los beneficios). Hoy se llama corrupción. El conde “dona” a la ciudad parte de su vega,
en la que se instala la estación y la era de vías. Tal hecho nos ha costado, a
los turolenses, un indescriptible y continuo rompimiento de cabeza y casi el cierre de la
línea. Una vez que ya estaba funcionando la vía se vio la necesidad de conectar
la Estación con la ciudad cosa que se realizó en un periodo de 20 años con la
famosa Escalinata. A la par, don Ramón de la Sota entra en conflicto con el Central
de Aragón por el sobrecoste que produce la bajada del tren a la vega y ocasiona
la construcción de otro ferrocarril (el minero) entre Ojos Negros y Sagunto.
Hoy, principios del siglo XXI, el mayor hándicap de esta línea férrea es el
acceso al puerto de Escandón. Aquí en Teruel, en vez de hacer como en
Albentosa, viaductos, se bajó el tren desde Cella por el Regajo que baja de Caudé
y Concud, hasta el Turia.
Como puede verse, la corrupción no es solamente un robo al Estado que, luego, se olvida con el tiempo. La corrupción acarrea problemas
permanentes e hipoteca, en muchas ocasiones, el futuro de un territorio. Hoy hay
soluciones técnicas para los problemas de comunicación y se aplican, sí, pero
allí donde hay intereses económicos, no en Teruel.
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LA CLAVE
LA CLAVE
El verdadero problema que
creaba el conde de la Florida era que, al bajar el tren desde el puerto de Cella
(1.013 m. de altitud sobre el nivel del mar) hasta la vega de Teruel (864 m.),
incrementaba los costes de transporte al tener que subir luego al Puerto
Escandón (1.223 m. de altitud sobre el nivel del mar). Desde Cella a Escandón hay
un desnivel de 210 m. de altura y, desde la estación de Teruel a puerto Escandón, 359 m. de altura. Constituye hoy día, este puerto de montaña, uno de los
principales hándicap a la hora de desarrollar nuestro ferrocarril. Se comenta
que este puerto es uno de los de peor orografía de toda la red de ferrocarriles
españoles.
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