¿Dónde está San Antonio Abad y su gorrino?
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Desde el solsticio de invierno
(21 de diciembre) hasta el de verano (21 de junio) se extiende el ciclo de la
vida. Día a día, el sol se levanta sobre el firmamento consiguiendo su máxima
proyección en altura para mediados de mes de junio. Tenemos cuatro estaciones,
porque la tierra tiene un movimiento de “cabeceo”. Aventuran algunos que este
tercer movimiento, es como consecuencia del impacto de un meteorito. Sea como
fuere, nuestros antepasados no lo sabían y crearon sus mitos y sus ritos. La
esperanza de que la madre tierra despertara (por fin) de este sueño invernal y
frío ocasionó el encendido de hogueras. Los Celtas también mantuvieron el rito
invernal del fuego y el dios Bel es su figura más representativa. La iglesia
colocó sus fiestas sobre las antiguas paganas y aquí estamos, en pleno siglo
XXI convirtiendo un rito ancestral en un botellón en el que el fuego, el alcohol
y la música a todo pasto, se enseñorean de la noche. Ni bueno ni malo, cada época
tiene sus ritos, aunque estemos huérfanos de creencias. El caso es que estos jóvenes
que toman sus estimulantes en noche tan gélida (-11º C), apenas saben nada de
San Antonio Abad… ni les preocupa.
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La fiesta de San Antón se celebra en el barrio turolense de San Julián.
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