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domingo, 25 de enero de 2015

Enero2015/Miscelánea. IN MEMORIAM

A  JOSEFA  GASCA
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No supo esperar a que los almendros florecieran. Ni siquiera trató de aguardar  a que los pámpanos brotaran para Santa Cruz y que la tierna y sonrosada flor de la gabardera tintineara por el camino de Santa Quiteria.  Pudo incluso pensar, tal vez soñar, con que las golondrinas hicieran de nuevo nido bajo los aleros de la calle de la Cuesta o que en el callejón, de nuevo, las risas de los niños le anunciaran nuevos amaneceres. La razón le llevó a hacer proyectos factibles, próximos en el tiempo,  creíbles. ¡Volveremos al pueblo! dijo un día.  Y Armando, tomó su voz con el cuidado con el que se apresa una luciérnaga cuando en la noche hay luna nueva. Luego, pausadamente, tendió el deseo en los hilos de la luz y caminó sin medida tras los atardeceres rojos de la sierra de Algairén. Jamás podrá la noche matar la luz del día, ni el olvido ocultar los alegres y festivos recuerdos de los días de infancia en las Espeñas. El agua cantarina de la fuente sigue fluyendo y esperado tu llegada con el cántaro de niña. Los yunques suenan y los repiques del hierro contra el hierro te llaman. Los días de vendimia, cansados y amarillos, aún laten, y de los viejos trujales de la villa salen voces y rumores inciertos. ¡Ha muerto Josefina!...¡Josefina, ha muerto! Y como un eco increíble lo repiten mil veces la campanas, desde la iglesia, hasta  Santa Cruz. Las mujeres se persignan y aclaman su memoria: era toda bondad, una mujer buena. Engendró a su parvada, alimentó a sus crías y Dios, antes de llamarla, le concedió el deseo de conocer  a sus biznietos. Es poco o es mucho el tiempo que gozamos en la tierra. Siempre parece poco y querríamos alargar nuestra estancia para seguir protegiendo a los nuestros. Pero Dios que es muy sabio, un día dice: PUNTO,  Josefina, ya has vivido bastante. Es preciso que subas por la escala infinita, hasta el hogar celeste donde  hallarás las viñas que a partir de ahora deberás cultivar. Despídete tranquila, que yo sabré cuidar lo que en la tierra dejas.
MURIÓ EN ZARAGOZA
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