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AUGURAR EL TIEMPO
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El augur era el sacerdote que en la antigua Roma tenía como misión adivinar el futuro. Augurar el tiempo
que vendrá ha sido y es, también, una de las preocupaciones humanas permanentes
en todas las civilizaciones. El calendario Zaragozano “inventado” por un aragonés
llamado Mariano Castillo y Ocsiero
es la prueba irrefutable de cuanto decimos. Un calendario que tuvo sus mejores
tiempos antes de que aparecieran los físicos, los satélites y unas ecuaciones matemáticas, capaces de predecir, de augurar: temperatura, viento,
precipitaciones, presión atmosférica, humedad, borrascas, anticiclones, etc.,
etc, en cada momento y lugar del planeta. “El Zaragozano”, editado ahora en San
Lorenzo del Escorial se sigue vendiendo a un público que le permanece fiel a
pesar de la enorme competencia de los medios de comunicación con programas
diarios, a veces muy extensos sobre “EL TIEMPO”.
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