LA TIERRA NO ES LA NACIÓN
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Y, sin embargo, la tierra es uno de
los elementos de mayor controversia a la hora de definir la nación. La nación
se puede definir como: la voluntad expresada de un grupo humano que quiere
vivir bajo unas mismas leyes. También, la nación es el resultado de la
historia, la cultura y costumbres de un grupo humano que quiere forjar un
futuro en común.
Sin embargo, el ejemplo histórico, más explicito, de nación es
el del pueblo judío. Proceden del Indostán, como los gitanos. Forman un grupo
étnico que ha permanecido inalterable con sus rasgos fisiognómicos propios. Están
unidos por una creencia y un libro sagrado (libro de libros) que define su
historia. Viajaron desde oriente a Egipto y se establecieron en la TIERRA
PROMETIDA. Sufrieron la diáspora y la persecución. Tras el holocausto nazi su
mayor preocupación y a la que dedican la mayor parte de su tiempo, afanes y
dinero, es la de mantener un territorio en el que se concentra la esencia de lo que
son: UN TERRITORIO, UN CREDO, UNA ETNIA… inalterables a través de los tiempos.
España se define como nación tras la
invasión napoleónica y la promulgación de la Constitución de 1812. Sin embargo,
España, a diferencia de los judíos ha tenido una tierra propia sin definirse como
nación. Para los reyes de España que dominaban un amplísimo territorio en el
que se hablaban multitud de lenguas, éstas, nunca constituyeron un problema. Son
los criollos, descendientes de los conquistadores españoles, los que forjan las
naciones americanas en base a: a) un territorio y b) una lengua.
Los catalanes y los vascos que siguen
la secuencia histórica del proceso de descolonización española en América,
fundamentan sus apetencias es estos dos principios: tierra y lengua. Es exactamente lo mismo que pasó en América. Para
controlar el aparato del Estado y que los nativos no accedieran a él, se declaró
el castellano como lengua oficial (cosa que nunca hizo la monarquía española en sus virreinatos)
en las diferentes repúblicas criollas americanas.
El territorio es importante pues, es
soporte de los recursos naturales. Dado que España es pobre en recursos
naturales, el territorio es cada vez más importante. Así, los llamados Países Catalanes,
es el intento de incorporar aquellos territorios en los que se habla Catalán.
Sin embargo hay detalles que marcan la
diferencia. Veamos un mapa de los Países Catalanes. En él encontramos
territorio en los que nunca se ha hablado catalán. Es el caso del aranés en el valle de Arán o
el llamado Rincón de Ademuz, lugar en el que nunca se habló ni catalán ni
valenciano. Territorios que se incorporan, sin pudor, a los Países Catalanes.
La tierra no es la nación. Sin
embargo, un estalinista, José Antonio Labordeta, lo declara abiertamente en una de sus canciones cuando hace un deslinde geográfico: ESTA
TIERRA ES ARAGÓN.
A pesar de todo, las definiciones sobre la nación modernas son tozudas: LA TIERRA NO ES LA NACIÓN.
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