Es el día de Aragón y, San Jorge, llega a Teruel montado en su poderoso caballo blanco con gualdrapa roja. El Torico, nada más verlo, le dice que la ciudad está de luto por el Coronavirus. Acompañadme, le dice el caballero. El Torico, muy gentil, se baja de la columna para acompañar a San Jorge hasta el hospital y visitar a los enfermos. Ese día, todos lo sanitarios son "Jorge".
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A la vuelta. ¡Oh sorpresa! El Torico se encuentra con que El Cerdico ha ocupado su sitio en el pedestal. Se entabla entre ellos una discusión que omitimos reproducir.
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Aprovechando que El Cerdico ha bajado de la columna para hacer un "purín", El Torico coge la columna en plan caracol y se marcha a buscar a San Jorge. Se va, pues, con la casa a cuestas. Le persiguen una piara de cerdicos que tratan de que abandone la columna a base de exhalar pestilencias y de emitir insoportables sonidos. Pero, El Torico, no se rinde a pesar de lo mucho que sufren sus narices y sus oídos.
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Finalmente, encuentran a San Jorge metido en un refriega. Ha llegado a la ciudad un caballero muy postinero. San Jorge sale a su encuentro y le comunica: ARAGÓN ESTÁ DE LUTO. Se puede pasar pero, hoy no se hace política. El caballero "verde" mira al caballero "rojo" y se vuelve a Madrid.
¡Madrid está podrido!
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Al final, El Cerdico, El Torico, San Jorge, Santiago... y, un innumerable grupo de personas allí reunidas, cantaron El Himno del Sanitario.
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