"QUEREMOS DESTRUIR LA SOCIEDAD ACTUAL
DESDE SUS FUNDAMENTOS"
Pablo Iglesias (PSOE)
Pablo Iglesias (PSOE)
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No hay revolucionario que se precie
que no haya pronunciado una frase como esta o, en términos semejantes, en algún
momento de su trayectoria. Es una expresión simple y de fácil comprensión. Y es
un pronunciamiento obligado para el que quiera adquirir el marchamo de
progresista. Acabar con el régimen
vigente, destruir física y mentalmente cualquier tipo de estructura anterior para
construir, sobre sus cenizas, UNA NUEVA SOCIEDAD. He aquí pues las bases para
reconocer una VERDADERA revolución y a
un VERDADERO revolucionario. A este tipo de movimientos que nacen a finales del
siglo XVIII se les conoce como revoluciones ROMÁNTICAS, pues, junto a ellas
nace un movimiento estético que las acompaña. Gustan los románticos de
cementerios, ruinas de castillos y de todo aquello que represente el fin del
Antiguo Régimen, esto es, la monarquía absoluta.
El siglo XVIII llamado Siglo de la Luces o Siglo de la Razón, parió el romanticismo, en esencia, todo lo contrario a la razón o a lo razonable. Sin embargo, en la práctica, era muy complicado acabar con la monarquía absoluta y por ello se tuvo que recurrir a métodos más prácticos, eficaces y expeditivos como cortarle la cabeza al rey, a la nobleza y a todo aquel que contraviniera o se opusiera al nuevo orden. Todo comenzó con la Revolución Francesa en el año 1789, ya acabando el siglo XVIII.
El siglo XVIII llamado Siglo de la Luces o Siglo de la Razón, parió el romanticismo, en esencia, todo lo contrario a la razón o a lo razonable. Sin embargo, en la práctica, era muy complicado acabar con la monarquía absoluta y por ello se tuvo que recurrir a métodos más prácticos, eficaces y expeditivos como cortarle la cabeza al rey, a la nobleza y a todo aquel que contraviniera o se opusiera al nuevo orden. Todo comenzó con la Revolución Francesa en el año 1789, ya acabando el siglo XVIII.
Con la Revolución Francesa da
comienzo la Edad Contemporánea y en España el hecho se fecha en 1808. Un nuevo
grupo social accede al poder: Los Liberales. Estos, en un principio, sostienen
posturas tan revolucionarias como las que ahora podamos imaginar pero, el ejerció
del poder, les hace moderarse y aparecen los
liberales moderados y los progresistas.
Sin embargo, este modelo de
REVOLUCIÓN ROMÁNTICA no acaba con los liberales, todo lo contrario. A finales
del siglo XIX aparecen, o toman cuerpo, los movimientos sociales. En concreto
en el año 1864 se crea la Primera Internacional Obrera y en 1871 estalla la
Comuna de París. Expresión de dos líneas de la misma raíz: socialismo y
anarquismo.
Lo que resulta sorprendente, a
principios del siglo XXI, es que los “nuevos” revolucionarios se expresen con
la misma dialéctica y contenidos conceptuales que los revolucionarios del siglo XVIII. La frase que encabeza este texto se puede
aplicar con igual solvencia a cualquiera de los dos pablos iglesias que hemos
tenido en esta tierra. Sin embargo, la economía, la soberanía, los conflictos
sociales, la división en clase (véase el caso de José Bono), la forma de
acceder al conocimiento, las relaciones internacionales, las nuevas tecnologías, etc., etc., han hecho
de España en la práctica un país diferente al que algunos líderes trasnochados
quieren inculcarles mensajes caducos.
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