LOS DETALLES
*
Seguramente, debido a La Batalla de
Teruel, nos hemos perdido muchas de aquellas cosas que dejaban admirados a los
viajeros y escritores románticos que llegaban a Teruel a finales del siglo XIX
y principios del siglo XX. Nos hemos perdido grandes monumentos como iglesias,
hospitales, palacios, casas nobles… pero a la vez nos hemos perdido el detalle,
todo aquello que sirve de complemento a una casa, a una plaza o a una calle.
Nos hemos perdido, también, como se muestra estos días en el claustro del
Obispado, mucho del patrimonio histórico artístico que poseía la ciudad.
Hacernos una idea de ello supondrá un gran esfuerzo de investigación y, además,
nunca estará completo.
Aquí, y en capítulos anteriores,
hemos puesto algunas cosas que sobrevivieron en aquellas casas que no se
destruyeron completamente y que pudieron recuperarse. Recuperar la memoria
completa de aquellos desastrosos sucesos, en todas sus dimensiones, tanto
humanas como materiales, será imposible. Porque, la guerra, es el peor de los
males al ser provocada por el hombre.
*
*
***
**
*
**
*