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viernes, 19 de enero de 2018

Enero2018/Miscelánea. CALLE DE LA ANDAQUILLA

Arranque de la calle de la Andaquilla desde la calle de San Martín
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CALLE DE LA ANDAQUILLA
Según puede advertirse, cuando el Museo Provincial de Teruel trata de exponer la prehistoria turolense, la referencia más antigua que nos ofrece se refiere al yacimiento arqueológico de la Cuesta de la Bajada, cuyos restos pertenecen a un periodo que  alcanza los 350.000 años. Parece pues, evidente, también por otras excavaciones, que el hombre de esta zona tenía preferencia por instalarse en los barrancos y ramblas que bajaban al Alfambra y al Turia. En la parte del Guadalaviar tenemos el importante yacimiento del Alto Chacón.
Hay dos zonas que se repiten con insistencia en nuestra historia hasta la Edad Contemporánea que son: la Cuesta de Capuchinos  y las Cuevas del Siete.
Precisamente en las Cuevas del Siete comienza la historia de nuestra calle. Desde siempre ha habido aquí cuevas habitadas a ambos lados del barranco que baja desde la zona que hoy llamamos, Ollerías del Calvario.
Cuando en Teruel se instalaron los musulmanes lo hicieron preferentemente ocupando esta vaguada que ofrecía refugio seguro, agua y caza abundante. Solamente había que acercarse hasta la zona de los Franciscanos para tener lo necesario para vivir. De la misma manera,  era un lugar propicio  para el desarrollo de la alfarería y la cerámica. Las excavaciones arqueológicas de la zona de la Nevera, con un importante taller y los restos que aún perviven en Ollerías del Calvario, nos dan una clara idea de ello.
De la margen izquierda de este barranco por cuyo fondo pasa el llamado ahora Camino Bajo los Arcos, se accede a la Muela en que está instalada la ciudad por un camino  que llegaba de Daroca.
Hay que advertir que en un principio a Teruel no se llegaba desde Zaragoza por el Jiloca (la Puerta de Zaragoza está al final del Tozal). Por el Jiloca discurría la calzada romana Cesaraugusta-Laminio, calzada que, al llegar a Cella, giraba hacia el nacimiento del Tajo. Pero, en el Puerto de Cella (1.032 metros sobre el nivel del mar) había un desvío que bajando por el barranco del Regajo y atravesando Caudé y Concud se llegaba a Teruel por el llamado Puente del Cubo sobre el Alfambra. Este camino de Daroca a Teruel utilizaba la cuesta de la Andaquilla para subir a lo alto de la Muela. Por esta razón el portal que se conserva en la muralla y que atraviesa la calle de la Andaquilla se llama Portal de Daroca.
Decimos que la Andaquilla tiene sabor moruno porque esta calle vertebraba el barrio conocido como La Morería de Teruel. La particularidad es que, parte de la población estaba intramuros y, parte de ella, extramuros. Esto no representó nunca ningún problema sabiendo después que ya durante las Guerras Carlistas los habitantes del Rabal dejaban sus casas abiertas y corrían a refugiarse intramuros cuando venían los carlistas. (Se dice que el Rabal de Teruel llegó a tener murallas  pero que sus piedras se utilizaron para hacer el acueducto de los Arcos de Pierres Vedel).
Así pues, según cuenta Carlos de la Vega, la palabra Andaquilla procede del árabe Aldaca o pieza del cordero que se pagaba estos, en tributo a los cristianos.
En dos partes puede dividirse esta calle: extramuros e intramuros. De la parte de extramuros nace una calle, según se sube a la derecha, que se llama Colina y actualmente se ha perdido. Esta calle de la Colina iba a parar  a la Puerta de Guadalaviar y, ahora,  está señalizada en este punto. Desde el arranque de esta calle de la Colina, que está justo debajo del Seminario, en la pasada Guerra Civil se procedió a hacer los butrones y colocar la dinamita para volar el Seminario por parte de los mineros asturianos.
El portal de Daroca se abre en ángulo recto, con dos puertas que dificultan y mucho las acometidas del enemigo. Por si esto fuera poco, en el interior la torre de san Martín sobre dicha calle permitía mantener otro segundo recinto defensivo. Así pues, pasado el portal, la calle se divide en dos. Por la izquierda se llega a la calle de San Martín y por la derecha pasando por debajo del arco de la torre de San Martín  a la embocadura de la calle de los Amantes.
Actualmente, dado que la calle conserva su sabor Medieval, por aquí se hace la entrada de Diego / Juan Martínez de Marcilla cuando vuelve de la guerra, tras cinco años, para casarse con Isabel de Segura.
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Tintorería Rubí en la calle de la Andaquilla
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Cerámica de sabor popular en una fachada de esta calle
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Un ramal de la calle de la Andaquilla pasa por debajo de la torre de San Martín
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Andaquilla y torre de día.
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Torre de San Martín, construida para el culto cristiano
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Arco de la torre de San Martín y portal de Daroca al fondo
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Portal de Daroca con su estructura defensiva perfectamente visible
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Portal de Daroca, extramuros
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Extramuros de la calle de la Andaquilla
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Arranque de la calle de la Colina desde la Andaquilla, arriba el Seminario
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Calle que se va estrechando hasta que se pierde...
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La calle Colina o de la Colina (ahora cortada) llegaba desde la Andaquilla hasta esta puerta llamada de Guadalaviar (una de las dos puertas principales de la ciudad: Zaragoza y Guadalaviar).
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