Cúpula que cubre la escalera principal del Museo de Teruel
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¡MALDITO!
Donald Trump
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Originariamente el hombre definió cuatro
elementos primarios en el planeta: aire, agua, tierra y fuego. Los cuatro
tenían una característica común ser universales, ser “patrimonio” de todos los hombres.
Cuando se explica el evolucionismo se señala que el hombre salió de África y
ocupó todo el planeta. Nadie pues, debería ser extraño en ninguna parte del
mundo, en ninguna nación de este planeta. Pero, sucedió, que la ambición humana, el afán de posesión, el deseo de
dominio, de poder y de control hizo nacer las NACIONES. El “invento” tuvo tal
éxito que a día de hoy el planeta tierra está dividido en parcelas. Cada
parcela es una NACIÓN y, nadie, ni ninguna ideología ha rehusado o rechazado
esta idea ni ha dejado de ponerla en práctica (Aragón ye nazión). La ONU es la Organización que
convoca y reúne a todas las Naciones del Mundo. Es decir, el principio
universal con el que se gobierna el hombre se basa en la organización y gobierno de las gentes
dentro de un territorio llamado NACIÓN. Incluso las Comunas Anarquistas del Bajo
Aragón tenían territorio, moneda y Comité Local.
México ( tradicionalmente en España, Méjico) es una NACIÓN (quién lo duda).
México tiene territorio, ejercito, Gobierno, fronteras… es un Estado homologado
con el resto del mundo. El deber de sus gobernantes es procurar satisfacer las
necesidades de sus ciudadanos y México es un país emergente, rico, con petróleo,
clima y agricultura. Tras la Guerra Civil española de 1936-39 los republicanos
desembarcaron en México. Indalecio Prieto llevó el Vita (el buque
confiscado a Alfonso XXIII) cargado de
tesoros y, cientos de miles de españoles, llegaron a potenciar el país. Desde
catedráticos de Universidad, pasando por mecánicos, maestros, fontaneros, electricistas,
abogados…. y un largo etcétera. México fue el país que reconoció, con más fuerza
y durante más tiempo, al Gobierno en el exilio de la Segunda República española. De alguna
forma España, con esta circunstancia saldaba cualquier deuda histórica. Pero,
México tiene que gobernarse por sí misma de acuerdo con el derecho
internacional y manejando los acuerdos internacionales precisos que le permitan
el bienestar de sus ciudadanos.
De la misma manera Trump toma las
riendas de una NACIÓN que dispone de los
mismos mecanismos que México: fronteras, ejercito, leyes…. Y, como México, soberanía dentro de su territorio.
¿Qué ha hecho, pues, Trump para
irritar a los mexicanos? Les ha dicho que va a continuar con la construcción de
un muro que ya se estaba haciendo con Barack Obama. El mismo día de la toma de
posesión de Trump los medios de comunicación sacan a pasear las obras del muro.
Porque mientras el mandato de Barack Obama no se sacó ni una sola imagen. Pero
México, no solamente tiene el problema de MURO, México, es un país dependiente
de EEUU (primera potencia mundial) y en su seno se cuece todo tipo de asuntos
sucios que la prensa (determinada prensa) oculta. Droga, delincuencia, áreas
subdesarrolladas como Chiapas, ciudades pocilga como Ciudad Juárez… Un estado
tal de cosas y de tan hondo calado que nos resulta irritante el que el
presidente de México no salga un día sí y otro también en los “medios”
señalando las medidas que están tomando para acabar con tanta muerte y tanta
droga que diezma a su país. Los cierto es que los malos gobernantes tienen como
método fácil, echarle las culpas al vecino (ahora, al vecino rico del norte).
Debe el Gobierno de México dar
educación, cultura, trabajo, libertad y seguridad a los habitantes de esta
sufrida NACIÓN o, por el contrario, deber salir a la prensa defendiendo un
política de EMIGRACIÓN SALVAJE. Es la solución a todos los problemas de México
darles a sus ciudadanos una patada en el culo y mandarlos al norte.
Donald Trump ha roto una política de permisividad,
que hasta la fecha defendieron sus predecesores. Por ello no es anti demócrata,
porque estas mismas leyes las tiene México y todos los países en los que para
entra hace falta “pasaporte”. Bueno, hay países como Corea del Norte que ni con
pasaporte.
Seguramente México necesita ponerse
las pilas, desarrollarse potencialmente, controlar las mafias de la droga, la
corrupción policial, el inmundo maltrato y violación de mujeres… en fin. Pero si
no queremos afrontar con firmeza todos esos problemas… lo mejor es demonizar a
DONALD TRUMP.
¡MALDITO DONALD TRUMP! Gritan muchos.
Con una sola firma ha puesto en candelero todo un país que está absolutamente
desestructurado y donde hay zonas en las que, el Estado y su “repulido”
presidente no puede entrar, amplias zonas en las que reina otra LEY, la ley de las pistolas.
¡MALDITO, MALDITO DONALD TRUMP!
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