CEREAL, VID Y OLIVO
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Se llama tríada mediterránea al
conjunto de tres cultivos específicos de los territorios que circundan a este
mar. Son el cereal, la vid y el olivo. En estos momentos, primeros de enero y
principio del invierno es, tiempo de poda para la vid, tiempo de recolección
para la oliva y, tiempo de espera, para el cereal que ya nacido enraiza esperando
la primavera.
La poda de la vid puede durar todo el
invierno pues, para efectuarla, lo fundamental es que por la cepa deje de
circular la savia. Por ello, los fríos del invierno son buenos pues favorecen la poda
y elimina de forma natural muchas plagas. Por el contrario, las olivas ya
deberían estar cogidas pues, el árbol, ya no produce más aceite y el frío hace
perder calidad, cuando no, perder la cosecha. Por fin, el cereal, irá durante
todo el invierno creciendo en profundidad, con fuertes y sólidas raíces para
aprovechar, luego, las escasas lluvias del clima mediterráneo.
En nuestra cultura Judeo-Cristiana se
incorporan estos tres elementos de forma sustancial en los ritos de culto. El
pan y el vino en la celebración de la misa y, el aceite, en el sacramento de la
unción de enfermos. Estos tres elementos con otros dos transversales como son
la tierra y el agua, representan la parte material del culto religioso.
La cultura cristiana tiene, además, otro
elemento filosófico nacido en la cuenca del mediterráneo y que es el soporte
fundamental de esta ideología religiosa. Se trata de la filosofía aristotélica
que incorporada a la religión le da sentido y la ha hecho crecer a lo largo
de los siglos: el hombre tiene dos naturalezas, un material y otra espiritual.
Con monótona rutina el agricultor
poda cada día sus viñas, ajeno, a los cambios que la sociedad trae. Solamente
atenderá con notable premura a los avisos fitosanitarios que, con la primavera
y la viña en plena vegetación, le lleguen a su móvil desde la OCA.
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LA VID
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EL CEREAL
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EL OLIVO
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