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LOS DEBERES Y LAS PERMANENCIAS
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DEBERES
Fue Isidoro de Antillón quien propuso
en las Cortes de Cádiz (1812) la supresión de los azotes en la escuela.
Recuérdese que, para el año 1812, todavía la escuela básica española no era
universal. Lo será, con graves deficiencias, a partir de la Ley Moyano (1857),
que la hace obligatoria y la encomienda a los Ayuntamientos. Si consideramos
hoy día (205 años después) que los DEBERES escolares constituyen un castigo
para los alumnos, desde luego, deberemos legislar otra vez para suprimir los
citados DEBERES. Necesitamos, pues, otro Isidoro de Antillón que ponga fin a la
malsana costumbre de poner deberes a los alumnos.
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PERMANENCIAS
Fue durante la transición política y
los primeros años del gobierno del PSOE cuando más hincapié se puso en suprimir
aquella odiosa hora de permanencia al finalizar la jornada escolar. Con el
aumento del salario escolar, tentados estuvieron algunos políticos de mantener
la dichosa hora a cambio del aumento de sueldo, prometido. No triunfó la
propuesta y la hora de permanencias fue suprimida. Hay que recordar que aquella
hora era voluntaria y, en mi caso, al estar ejerciendo en Orihuela del Tremedal
era el Ayuntamiento el que nos gratificaba. Pero, ha pasado mucho tiempo y
quizás no sería de extrañar que olvidados de aquellas reivindicaciones
volviéramos a instaurar, de nuevo, en nuestras escuelas, las PERMANENCIAS.
Ahora, también, voluntarias para el alumnado, pero pagadas con el erario
público no se sí, a profesores o, tal vez, a monitores.
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EL DERECHO DE CONSORTE
Era este un mecanismo mediante el
cual poder conciliar la vida familiar y laboral entre los funcionarios. Dado
que se instauró en el Franquismo,
lógicamente, se clamó contra él. Dicho “derecho” fue suprimido. Bien es
verdad que, en poco tiempo, se apeló a la necesaria “conciliación” de la vida
laboral y familiar y se tornó a
establecer de nuevo aunque, ahora, por los que lo suprimieron pero con
el marchamo de progresista y feminista. Desde luego, si Franco gobernó 40 años,
su sombra se alargó otros cuarenta. De esta forma era muy fácil gobernar… se
trataba de hacer lo contrario que hizo el dictador…. ¡seguro que se acertaba!
Desde luego hay innumerables ejemplos. Otro, también paradójico, es el de las
Escuelas Hogar. Se denostaron por completo y a cambio se crearon los Criet (Centros Rurales de Innovación
Educativa). El sonoro nombre escondía una pedagogía repudiada por el PSOE, dado
que el impulsor y director pedagógico del proyecto era Pablo Antonio Crespo
quien, por aquellas fechas, ya había obtenido al menos siete premios absolutos
en la convocatoria del patronato de la Fundación del PADRE MANJÓN Y LAS
ESCUELAS DE AVE MARÍA. Si alguien se atrevió a señalar la contradicción sufrió
el ostracismo total. Más ejemplo podrían ponerse de esta dubitativa pedagogía,
sin que a los dirigentes de la educación española les importara un pimiento
entrar en contradicción.
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EL MODELO EDUCATIVO ESPAÑOL
Implantado por el PSOE, ya en el
Gobierno, fue una copia del inglés. Nada que objetar pues, el Reino Unido, es
una sólida potencia en este tema, no en vano han hecho de la enseñanza del inglés
un fructífero negocio. Salvo, eso sí, que se tradujo literalmente y en sus
comienzos tuvo algunos problemas. Los niño son podía aprender a leer hasta los
seis años (primer curso de primaria), sabiendo que aquí, para esas fechas los
alumnos ya estaban al cabo de la calle. Todo por no tener en cuenta que la
lengua española está muy normalizada, sin embargo, la lengua inglesa no lo
está. Luego, mientras que los ingleses fueron mejorando el sistema, los
españoles fuimos empeorándolo. Resultado de todo ello es una deficiente
instrucción y una escasa y alicorta educación.
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EDUCACIÓN E INSTRUCCIÓN
Son conceptos diferentes pero que se
acompasan en el tiempo. En un principio el Ministerio del ramo se denominó de
Instrucción Pública, entendiendo que mediante la instrucción el alumno se
educaba. Luego se modificó el nombre y ahora lleva el título de Ministerio de
Educación o Consejería de Educación. Mientras que la instrucción debe hacer
efectivo el aprendizaje de conceptos y su manejo de cara a la aplicación
práctica, la educación, por el contrario, es un concepto más sutil y tiene que
ver con el desarrollo armónico del
alumno dentro de la sociedad en la que vive. Pondré un ejemplo. Mientras
que instrucción sería aprenderse las tablas de multiplicar, educación sería el
que un alumno de preescolar colorease una fichas con los diversos modelos de
familia que legalmente existen en España: Una ficha contendría a dos padres con
un hijo, otra, a dos madres con dos hijas o hijos, una tercera a un solo padre
o madre con un hijo/a y por fin una familia tradicional esto es, heterosexual.
La educación está implícita en el currículo y determina la cultura que
queremos transmitir. Todo ello se aprueba en el Parlamento Español.
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LOS DEBERES
Hoy día son cuestionados por un
aparte de los padres. Generalmente se
ponen para que el alumno termine en casa las tareas que no ha hecho en el
colegio. Pero, pueden tener la función de repaso y refuerzo de la materia
tratada. Desde luego los deberes deben ser de tal naturaleza que el alumno los
realice por sí mismo, sin ayuda de los padres, y corregido siempre al día siguiente.
Si la educación es individualizada,
personalizada y goza de evaluación continua… no cabe duda de que la persona
capacitada para señalarlos debe ser el maestro. Los deberes (hasta hoy y
mientras no sean suprimidos) forman parte de la tarea educativa y es el maestro
el que debe establecer su oportunidad. Si acaso existieran disfunciones, existe
la tutoría con los padres y la Inspección de Educación. En todo caso, si se
suprimen por ley… acabamos de golpe y porrazo con el problema.
Pero, ¿qué sucede cuando un país
tiene un deficiente sistema educativo y los alumnos acaban sus estudios de
grado y pasan a ocupa un puesto de trabajo? Pues, generalmente, sucede que el
sistema productivo se resiente en dos aspectos. Primero, disminuye el producto
interior bruto y segundo, que una tarea laboral debe desdoblarse en dos o tres
más sencillas para llevarlas a cabo. También, con el encarecimiento del
producto, un país con un mal sistema educativo es cada día más pobre. No es lo
mismo que dos obreros hagan una silla en un día que, un obrero, haga dos sillas
en un día.
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LAS PERMANENCIAS
Es una rendición a la cruda realidad
el que se quiera, eliminar los deberes por un lado y, por la otra, se
establezcan las permanencias. Dicen que se trataría de cincuenta minutos (50)
tras el horario escolar sin saber de momento si será un monitor o el tutor
quien imparta esa hora. Desde luego, será una actividad voluntaria (mientras no
se modifique la ley), tanto para el alumno como para el profesor. En la
provincia de Teruel se ha elegido como centro piloto el Instituto de Calamocha.
COLEGIO PROFESIONAL
Cada día se hace más necesaria la creación
de un colegio profesional que evite que el maestro sea un muñeco con el que se
juega al pim, pam, pum. Desde hace demasiado tiempo el maestro ha sido un
juguete en manos de la administración. En una época, cuando el sueldo de los
maestros se puso, por fin, en los presupuestos del Estado levantaron un
monumento a Romanones en Guadalajara. En otras ocasiones cantaba la
Internacional Comunista (Federico García Lorca fue fusilado junto a un maestro,
nadie busca los restos del maestro). Hubo un periodo en que el maestro cantó el
Cara al sol y, ahora, se somete a los caprichos del Gobierno de turno agachando
la cerviz como los bueyes de Miguel Hernández.
El maestro tiene una tarea docente en
la que debe ser respetado y una tarea educativa que no la podrá llevar adelante
sin el concurso franco de los padres y el respaldo de la sociedad. Es necesario
que el docente sea considerado como profesional de la educación, como pedagogo,
esto es, conductor en la formación de la personalidad del alumno.
Las ideologías se han colado en la
escuela, desde siempre, intentando moldear el pensamiento primigenio del alumno
e intentando determinarle desde su más tierna infancia. Esto es algo que ya vio
con nitidez Miguel Servet quien propuso que un niño no entrara en religión
hasta el USO DE RAZÓN.
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