Ya cabalgan los Gacheros ya
tornan a sus lifaras.
Han metido en sus zamarras sus
cuchillos y navajas,
han mudado sus camisas y acuchillado
las barbas.
El veinticinco de enero mes de
fríos y nevadas
tienen cita inexcusable abandonando a sus damas.
Será en el bar de Las Viñas, a las
nueve la mañana.
Con el caballo alazán con tordillo o burra parda,
acudirán presurosos a donde Alonso les manda.
De camino a El Pedregal el de “ojos claros” aguarda
pues, los güellos de su cara, ya no supuran miasmas.
De Calamocha vendrá el que canta en las veladas
el que, al empinar el codo, le´n torna roya la cara.
De la parte del Alfambra plega muy buena parvada
de caballeros Gacheros, a
comer a pico y pala.
En Monrial son avisados que
llega la cabalgada:
que aticen bien esa lumbre, ¡cargarla de buenas brasas!,
y que llenen los espedos de longanizas a manta,
que
preparen buenas botas y no escondan
la tenajas
Pitas, pitas, pitas... Piiitas, pitas, pitas...
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