OPERACIÓN ACORDEÓN
*
Se le ha dado en llamar “Operación Acordeón”,
pero es un método, una estrategia, una táctica demasiado antigua como para que
pase desapercibida. Ya la practicaron los primeros cristianos frente a Roma.
Primero les pidieron que permitieran la convivencia de todas las religiones.
Tras Constantino y su conversión al cristianismo, estos declararon a todas las
demás religiones ilegales y fuera del Imperio.
Cuando la pasada crisis económica se
hizo “viral” expulsando de las clases medias a 3.500.000 (tres millones y medio
de personas), la Socialdemocracia y por ende el PSOE (su representante en
España) entraron en crisis. La crisis económica, nacida de una mala práctica
bancaria y, agravada en España, por culpa del “ladrillazo” y de las “Cajas de
Ahorro” se trasladó, también, al seno del partido socialista. Esta crisis que,
como otras muchas, pudo resolverse de puertas adentro del partido, esta vez no
lo hizo. La razón básica fue que algunos "expertos" (ideólogos) determinaron que la Socialdemocracia
estaba definitivamente en crisis y era el momento de instalar en la sociedad nuevos
modelos políticos y de gestión que dieran cobertura a toda esa masa social
desasistida y empobrecida. Incluso, en estas mismas páginas hemos publicado
artículos anunciando “el fin de la Socialdemocracia”. Y efectivamente el PSOE
se dividió y no solamente eso, sino que lo hicieron con antelación sus
votantes. No daban crédito los socialistas al suceso y hubo que repetir las
elecciones dando al Gobierno, un año sabático.
Tras cuadro años de Gobierno de PP rápidamente se formó una alternativa
a la izquierda del PSOE, con mucha pobreza ideológica y, con mucho dinero
llegado de allende los mares (Irán y Venezuela). Pero, como se trataba de
alcanzar el poder lo que más interesaba era la estrategia y la movilización de
los descontentos, a la vez que se socavaban las bases del PSOE. Muchos
militantes escucharen encantados los cantos de sirena que venían de una
organización nueva y fresca y rápidamente salieron de la Casa del Pueblo de la
calle Ferraz. En la puerta estaban esperando unas gentes expertas en comer
cadáveres políticos… y se los comieron.
La estrategia básica de Podemos
consistió en anunciar el “fin del bipartidismo”. De ahora en adelante, dijeron,
habrá muchos partidos que deberán ponerse de acuerdo para pactar entre ellos.
Se trataba de ensanchar el espectro político, primera parte de la Operación
Acordeón. Salió bien y Podemos se comió más de 70 escaños en el Parlamento
Español. Una cantidad impresionante si tenemos en cuenta que es un partido
radical y antisitema que agrupa, desde Estalinistas, pasando por Trotskistas,
hasta anarquistas…
Una vez que Podemos le ha dado un
gran bocado al pastel del PODER, comienza la segunda parte de la operación. Se
trata de acabar con el PSOE dejándolos con una decena de diputados, vamos, una
fuerza marginal que pueda, en algunos casos, auxiliar a Podemos… que sería la fuerza
hegemónica.
Con esta perspectiva dentro del PSOE
comienza una operación que trata de salvar al partido y hacer de nuevo viable
su ideología, pero, en el interior del mismo hay mucho ruido de fondo. A este respecto
y ante el reto del nuevo Congreso Felipe González decía, hace pocos días, que lo
importante no son las personas, por el contrario, lo importante es la renovación
ideológica dentro de los parámetros Socialdemócratas. Podríamos decir que el
PSOE necesita una refundación, dado que tiene unas bases ideológicas más firmes
que Podemos. Pero... eso lo tienen que hacer los militantes de ese partido…
¡UNIDOS!
Pero…. ¿qué es Podemos? que ni
siquiera lleva el nombre de los trabajadores, ni del proletariado, ni de las
clases famélicas, ni lo símbolos marxistas… ni nada de nada en su anagrama. Podemos es, en esencia, una estrategia
para alcanzar el Poder y, luego…, ya veremos.
En Teruel sabemos de lo que hablamos.
En Teruel hemos tenido la experiencia de Romero Alpuente (el Marat español),
que como Trotski, era partidario de la revolución permanente. En Teruel hemos
tenido la experiencia de las Comunas Anarcosindicalistas en la pasada Guerra
Civil (36-39). Y, en Teruel, sabemos también, por mal de la Batalla de Teruel,
lo que fue el Estalinismo y los Comisarios Políticos.
Por ello, por toda una vida dedicada
al socialismo, recomendamos a los socialistas turolenses, a los que todavía llevan
con orgullo los símbolos históricos de este partido centenario, no dejarse
embaucar por cantos de sirenas, no estar constantemente mirando a Podemos.
Deseamos que salgan de esta parálisis que les atenaza y que sienten en el
próximo Congreso, las nuevas bases de un partido que dure al menos otros cien
años.
Seguro estoy de que si así lo hacen,
a todos nos irá mejor.