CORONA ABIERTA Y ARMADURA DE EMPERADOR
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El
retrato de Juan de Juanes da pistas suficientemente claras de que tipo de
monarca es Alfonso y de, como sus sucesores, desarrollarán la misma impronta hasta
llegar al Príncipe (Fernando) de Maquiavelo.
La apelación en el texto de la pintura a los césares de la época romana
no deja lugar a dudas. Pero, si en la época romana los césares eran dioses,
ahora, los reyes deben la corona a la Iglesia (heredera del Imperio) que es la única soberana y madre
de reyes. A su padre Fernando I de Antequera, recién salido del Compromiso de
Caspe, lo inviste rey nuestro paisano el Papa Benedicto XIII, verdadero muñidor de la unidad de España. Con tales
antecedentes Alfonso debe obrar con firmeza, pero con prudencia. Para el año
1417 el nuevo Papa Martín V ha prometido a Alfonso V el reino de Nápoles. Diez
años más tarde en el 1427, Alfonso V que necesita dinero convoca Cortes en
Teruel, patria chica del sucesor del Papa Luna. Pero serán dos año más tarde y
sin crear resistencia cuando Clemente VIII abdique definitivamente quedando
obispo de Mallorca. Con ello queda definitivamente zanjado el Cisma de
Occidente: Martín V queda de único Papa, Alfonso es entronizado rey de Nápoles
y la cristiandad unida tendrá pronto un Papa de la corona de Aragón, un Borgia,
familia valenciana oriunda de Aragón. Estamos a punto de vivir los mejores
tiempos de la historia de Aragón.
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