EL BELÉN
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Gusta a
los habitantes de “La Arta” de los belenes, la bolas y los arbolitos decorados
con mil luces y colores. Para la Natividad del Señor son numerosas las
asociaciones de belenistas que muestran sus trabajos madurados durante todo el
año. Este de la Plaza del Pilar lo realiza el Ayuntamiento, que no falta ningún
año a la cita navideña. Se trata de un Belén a escala humana y al que acuden en
fila inacabable los padres con sus hijos y los abuelos con los nietos. Es uno
de esos ritos que se practica de forma rutinaria y sin prejuicios ideológicos.
El Belén es un gran acierto de San Francisco al proponernos reproducir de forma escenificada, nuestra
cotidianidad. Es una de las primeras exposiciones públicas contemplativas de la
conducta humana. Luego, esta pasión de mirarnos a nosotros mismos se ha
multiplicado, pero sobre todo ha llegado a su culmen con el entretenimiento de
mirar la televisión y criticar los estereotipos humanos. Por todo Aragón, desde
Jaca a Calamocha y desde Valderrobres a Tarazona, los belenes ya están
plantados en espera de que las familias se reunan, al menos una vez al año.
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Entrada al Belén
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Al fondo la basílica del Pilar.
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Lamberto en el huerto.
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El Portal.
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