MISCELÁNEA TUROLENSE: Diciembre2014/Miscelánea. BLIBLIOTECA BÁSICA DE ESTUDIOS SOBRE EL SOLIALISMO (TERCERA PARTE)

¿Cómo sería España si la II República hubiera ganado la Guerra Civil?

LA ERA DEL SOCIALISMO

Arriba los pobres del mundo.

En pie los esclavos sin pan,

alcémonos todos al grito:

¡Viva la Internacional!
*

Durante siglos y siglos, el trabajador, el siervo… el esclavo, contemplaron su condición social como un destino de los dioses imposible de quebrantar. El hombre nacía libre o esclavo, rico o pobre, noble o plebeyo. La Edad Media fue un periodo aciago en la historia del occidente europeo. Romper ese destino inefable para tener acceso a una adecuada alimentación, vestido, vivienda, salud y a la educación universal y gratuita ha sido una lucha titánica que las actuales generaciones deben conocer para valorarla en su justa medida. Nuestros antepasados no entenderían el absentismo escolar o tirar el pan a la basura, por poner sólo dos ejemplos.

Puede cambiar el formato (ahora electrónico) pero la lectura, ese acto personal e íntimo que predispone al individuo para incorporar nuevos conocimientos, no podrá nunca ser sustituido. Al menos, hasta que no aparezcan nuevos descubrimientos sobre la naturaleza del lenguaje y, también, nuevas formas sobre la transmisión del pensamiento humano. Por ello se recomienda a menudo la lectura y se controla su adquisición (lecto-escritura) en informes tan solventes como el llamado Informe PISA.

Pero tan importante como leer es comprender bien lo que se lee y, para ello, es necesaria una cierta madurez en el individuo. Las nuevas teorías, novedosas y a menudo sensacionalistas, calan pronto en mentalidades inmaduras y que no han desarrollado suficientemente su capacidad crítica. Por todo ello es conveniente ver, en amplia panorámica, lo que significa el Socialismo y el Marxismo en la historia de la humanidad.

Nuestra actual civilización (como todo el mundo sabe) nace en los valles aluviales de Mesopotamia y el Nilo hace ya más de 5.000 años. En los ríos de Asia oriental nace también de la misma forma: VERTICAL O PIRAMIDAL. Esta estructura de riqueza, de poder (Dios-Rey-Sacerdotes-Pueblo-Esclavos) y de dominio ideológico se ha mantenido durante demasiado tiempo. Hace ahora 2014 años nació Jesús, una personalidad excepcional independientemente de que existiera o no, que formuló (Él o sus discípulos) una nueva doctrina muy adelantada para su tiempo: TODOS SOMOS HERMANOS (compartió los bienes materiales y espirituales en pie de igualdad, atribuyéndole los demás, categoría divina). Desde entonces en la civilización occidental ha habido una insatisfacción permanente por la existencia de clases sociales, por la división social del trabajo, por la esclavitud (a los negros no se les concedía naturaleza humana, no tenían alma) y por la servidumbre. Si todos somos de la misma naturaleza, humanos y frágiles, por qué estas distinciones y esta forma de acaparar las riquezas unos pocos mientras que otros millones pasan hambre.

El cambio empezó a gestarse de la mano de una corriente de pensamiento y de una personalidad, también judía, excepcional. Se trata del ROMANTICISMO y de KARL MARX. Cómo se combinaron estos dos elementos. La historia lo señala de forma muy clara, pero la idea general es así de sencilla.

Johann Wolfgang von Goethe (judio) lo manifiesta con total certeza, lo nuevo ha de surgir tras la destrucción de lo viejo. Del árbol seco tras el invierno surge, en la primavera, de nuevo la vida. Por ello, el método revolucionario, ha sido tan radical (escandalosamente traumático en numerosas ocasiones). La nueva sociedad ya no puede ser VERTICAL (castas o cases sociales), debe ser HORIZONTAL: de hombres (epiceno) libres e iguales (esta concepción del hombre se repite infinidad de veces en los textos socialistas). De esta revolución cruenta y romántica tenemos abundantes datos. Pero, para que la revolución tenga sentido y no sea una revolución burguesa (Revolución Francesa) es necesario tener una doctrina que sin duda alguna nos indique el camino cierto y el fin deseado. Aquí aparece El Capital de Karl Marx. "En El Capital Marx se propuso investigar el sistema de producción capitalista, dominante en la actualidad" (Kautsky). Todos los estudiosos afines al marxismo se apresuran a apuntalar el carácter CIENTÍFICO de los estudios de Marx. Por ello muchos se preguntan, ¿es la Ciencia el DIOS del nuevo orden social?

Pero, esta revolución tan romántica ha tenido mucho de anárquica en el sentido peyorativo del término. Los proletarios, una masa humana a menudo iletrada, se ha desviado del recto camino y así, Trotski, se quejaba amargamente de la dinamitación de la II Internacional. Él, también, se separó de la III Internacional formando la IV y, Stalin, lo mandó asesinar en México. Los dramas, las contradicciones, los atavismos religiosos y los nacionalismos excluyentes, no impiden ni impedirán que el socialismo se abra camino en todas las naciones del planeta. La Teología de la Liberación toma cuerpo en la Iglesia Católica (particularmente en Iberoamércia) de mano del clero francés en el Concilio Vaticano II cuando ya, dos tercios de la humanidad, estaban en la órbita socialista (China, Rusia-bloque soviético, India, países musulmanes...), ahora, en un aparente reflujo del socialismo tras la Guerra Fría, la Iglesia Católica la pone fuera de su Comunión.

La razón fundamental del éxito del socialismo está en que es IMPOSIBLE sostener ya una sociedad de clases, una sociedad vertical, una sociedad de privilegiados frente a los necesitados. La humanidad camina, vía revolucionaria o vía reformas, hacia una sociedad de HOMBRES LIBRES E IGUALES. La nueva sociedad será HORIZONTAL o no será.

NOTA A PIE DE PÁGINA

Consecuentemente con lo dicho, en España, la izquierda social ejerce la hegemonía política. Solamente la derecha llega al poder, si la izquierda ha cometido graves errores y pone en peligro los avances sustanciales que garantiza la socialdemocracia: EDUCACIÓN, SANIDAD Y PENSIONES. Los nacionalismos (País Vasco-Navarra, Cataluña y Galicia) son insolidarios, pues exigen, un estatus de privilegio inaceptable si seguimos, acertadamente, la doctrina socialista que trata de la abolición de clases y privilegios, sean del tipo que sean. (A menudo tenemos dirigentes socialistas (PSOE) que no están a la altura del liderazgo que deben ejercer en la sociadad).