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... "QUE POR DESGRACIA SIGUE SIENDO ACTUALIDAD".
Hay un tipo de canción
autollamada “popular” y “aragonesa” que nos meten en lata y nos la venden como
lo más progre jamás visto. Son, en gran medida, canciones nacidas al amor de la
lumbre del nacionalismo catalán y un sentimiento de rencor alimentado por el marxismo
en base a la frustración producida por la derrota en la pasada Guerra Civil
(36-39). A este modelo de pensamiento se le ha venido en llamar “guerracivilismo”.
Se trata de un círculo cerrado en el que el individuo intenta recomponer un pretérito
que no le gusta y para ello hace vivo, hoy, asuntos del pasado y que están desconectados
de la realidad cotidiana actual. La actualidad, dramática, de un pueblo de la
sierra turolense tiene más que ver con la despoblación que con cualquier otra
circunstancia. Los jóvenes, simplemente no existen, las escuelas están cerradas
y los abuelos no gustan en general de recordar aquellos dramáticos tiempos.
Primero por su propia naturaleza violenta y porque todos o casi todos, cometieron algún exceso. Hay historias para
todos los colores y nosotros hemos recogido algunas de estas narraciones de un
territorio asolado por una revolución nacida en el seno de la II República y de
la que la República acabó repudiando y disolviendo el famoso Consejo de Aragón,
instrumento, a la postre, al servicio del nacionalismo
catalán.
Resulta enternecedor que un
masovero ideologizado (¿?) de la Sierra de Gúdar se vaya voluntariamente al
frente del Ebro. Pero esa visión romántica y tergiversada de una época de nuestra historia no
tiene su reflejo en la actualidad. A duras penas, ahora, hay alguien que
trabaje por sus ideas o por un ideario popular. Más bien, los jóvenes, han
marchado, no al frente del Ebro, sino a las ciudades donde poder ganarse la
vida.
Las masadas se deshabitaron allá
por los años 45 y 50. El primer mazazo fue El Maqui, una guerrilla comunista que
se sostenía en el monte y que hizo de la masada el objetivo central de la
Guardia Civil, pues, ellas era el punto de aprovisionamiento de estos
guerrilleros. Cayeron las masadas y nadie les cantó ni una maldita canción.
Caen ahora los pueblos y el pensamiento de las potencias intelectuales del
momento no se plasma en ningun tipo de solución. Entre nuestros músicos sigue
perviviendo el pensamiento mágico, las cosas suceden porque sí y porque
perdimos (hace ya tanto) una guerra.
Dice D. Montoliu que esto que narra sigue siendo de
actualidad:
“No te aflijas “morena salada”
si, en vez de guitarro, tengo este fusil
y mañana al frente del Ebro tengo
que partir.
Si una bala destroza mi pecho
acuérdate siempre de esta canción.
Si un guitarro oyes en la noche, piensa que soy yo.”
Este tipo de pensamiento “mágico”
es el que nos aliena y nos desvía de los problemas reales que atacan a todo el
mundo rural turolense. No se olvide que gran parte de la política de izquierdas
se ha hecho a base de “chunda-chunda”, es decir, que la gente tendrá muy
presente letras de los músicos de izquierda aragoneses, pero no recordarán
ninguna frase medianamente acertada de un discurso político que nos ayude a
salir de nuestra situación de desertización galopante.
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¿DE DÓNDE SON?
" En las tierras del este, en Cataluña, nos hemos juntado. Algunos nacimos aquí, hijos de los que salieron de Aragón con la maleta al cuello buscando una vida mejor. Otros llegamos años más tarde buscando lo mismo".
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En ninguna de sus canciones encontrarán la más mínima crítica a lo que el comunista, Ramón Tamames, ha llamado al régimen de Franco: " laboratorio de desestructuración económica". Nuca se han preguntado por qué las fábricas y los hombres iban a Cataluña y, Aragón, así como el resto del País, quedaba desertizado. Es pues, una canción popular, que da pocas repuestas a las preguntas del pueblo. Apenas sirve para entretener.
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