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UNA AMISTAD DE SIGLOS
Nada nuevo decimos cuando hablamos de
las buenas relaciones entre Teruel y Valencia, desde siempre. Muchos turolenses
han mejorado su vida y su trabajo “bajando al reino” y muchos turolenses, hoy,
viven gracias al turismo, básicamente de valencianos. Las sierras de Teruel son
un pulmón para Valencia y pasar el verano en alguno de nuestros balnearios una
tradición que se llevaba en familia. Ahora, la nieve es un poderoso atractivo
que alivia y da vida, también, a muchos de nuestros pueblos. Teruel y Valencia han
mezclado apellidos y negocios a lo largo de la historia con toda
naturalidad. Por citar una persona muy
destacada y significativa de esta unión hablaremos de Vicente Blasco Ibáñez de
padres aragoneses, pero valenciano universal.
Los dos libros que presentamos, libros
de viajes, son de Luis Gispert Macián. Recorre en sendos libros los dos grandes
macizos del sur de la provincia, Javalambre y Gúdar. Ahora las dos áreas están
unidas en una sola comarca y forman un todo continuo. Pero, lo que más llama la atención del autor
de ambos libros es el cariño y la profunda emoción que siente al recorrer estas
sierras y contarnos sus andanzas. Amor sincero que se manifiesta en la autocita
con que evoca su primer viaje ala sierra de Javalambre: “Y en el seno del
silencio de cristal que me rodea, la voz de la sierra se escucha clara,
retemplando mi avidez montañera.”
Esperamos que esta relación, tan
entrañable, que durante siglos se ha forjado entre las gentes del mar y las de
la montaña no las rompa nunca esas tensiones que producen los nacionalismos
excluyentes.
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