¡VIVA LA COMISIÓN DE
FIESTAS!
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Las 12:30 del 28 de agosto. Truena sobre la capital y la lluvia se hace
presente en la Hoya de Teruel. Extraordinaria cosecha de cereal. Se acaba agosto
y se acaba el verano. En la provincia el “verano” no lo marca, ni los turistas,
ni el tiempo climatológico, lo marca los veraneantes y las fiestas de los
pueblos. Acabadas las fiestas y rematado el mes, si el tiempo lo hace malo,
como este año, se jopa cuantoantes. En muchos pueblos, como en Puertomingalvo, el
veraneante viene a pasar unos días y a cubrir sus ansias de morriña: “acordaros
cuando segábamos a corbella”. El pueblo se convierte así, por unos días, en
un museo etnográfico. La excusa son los nietos, pero la realidad es que el recuerdo
de aquellos penosos años es mas fuerte que nada. Este año el verano ha sido clásico.
Tormentas en la Ibérica todas las tardes y noches de rebeca. Se ha dormido
bien, incluso una mantica pa por la amanecida no ha venido mal. Si te ha tocado
ser de la comisión de fiestas, ¡vamos!, agosto ha sido un sin vivir pero, al
final, ha quedado un sabor dulce y como pa repetir otro año. Juan (en
Tortajada) quiere ser todos los años de la comisión y los de “Pentagrama” quien
ponga la música. Los bailes, las cenas colectivas, los disfraces, los juegos
para niños y las actividades culturales llenan un programa del gusto, siempre,
del respetable. Y como diría Gila: “al que no le guste que se vaya del pueblo”.
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El tren turístico va bien, el de RENFE mal.
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Un verano de mucha agua.
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Recordando viejas tradiciones para los nietos.
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Cultura para todos los gustos.
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"Chubascos en la Ibérica" turolense, todo el santo verano.
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Este peculiar turista echa cuentas antes de abandonar la Fonda del Tozal.
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